domingo, 26 de septiembre de 2010

CRÓNICA DE UN ENCUENTRO DE TITANES. PRESENTACIÓN DE "100 AÑOS DE BRUGUERA", por Jaume Rovira

A lo largo de estos años, Corra, jefe,corra ha acogido los textos de invitados diversos que, de una forma u otra, han colaborado, con sus magníficos artículos a enriquecer este blog. Todos ellos han sido muy apreciados por los lectores del mismo y por mí, obviamente. Hoy tenemos un invitado de excepción. Jaume Rovira, a quien tuvimos el honor de entrevistar en este blog en junio de 2010 (corran, corran a ver la entrevista si no lo han hecho ya), ha tenido la enorme gentileza de enviarnos su personal crónica de la presentación del libro de Antonio Guiral 100 años de Bruguera. Una ocasión única de reunir a los grandes dibujantes, guionistas, técnicos, etc., que forjaron viñeta a viñeta el tebeo de nuestras ilusiones infantiles.



No quiero extenderme mas. Cedo la palabra, por tanto, a Jaume Rovira, a quien aprovecho para agradecer su amabilidad por enviarnos el texto que sigue. Habla el maestro:





Como siempre, voy a llegar pronto a la cita, así que bajaré dos estaciones de metro más allá y subiré andando por el Paseo de Gracia. El día es gris y cae una lluvia casi imperceptible, el Paseo está ocupado por la Feria del Libro de Ocasión; magnífico. Muchos turistas, la mayoría alemanes o ingleses que miran, graban y fotografían con respeto y admiración. Llego a la altura de la Casa Batlló, una larga cola de turistas esperando entrar, y otro numeroso grupo delante el edificio, sentados o de pie mirando la magnífica fachada guadiniana. Decido hacer de turista y me pongo en su misma posición, mirando hacia arriba. Una mujer inglesa, con un libro abierto señala hacia un punto y le dice a su compañera: “Mira, son como figuras de chocolate. Admiro las esculturas de los balcones”. Es verdad, ¿por qué nunca me había fijado?.

Sigo caminando, llego a la Pedrera, y la misma escena, turistas y más turistas. El edificio después de la limpieza a que ha sido sometido, está magnífico, parece una gran planta de piedra blanca crecida allá mismo. Estoy llegando a la calle Roselló, camino unos pasos y ya veo un grupo de gente, compruebo el número...sí, es aquí.

Pocos y mayores. Conozco algunas caras, pero no las identifico todavía, aquí tiene que haber gente de la redacción, comerciales, de máquinas...Bruguera llegó a tener más de mil empleados.
Ahora sí veo a Jan, me acerco a él y me identifico, me temo que será la mañana del “¿te acuerdas de mí?” Hablamos, tiene dificultad en comprenderme, sé que no vocalizo muy bien, al final me da el periódico y me dice que le escriba allí. Breve diálogo, le digo si quiere tomar una café y me señala el reloj, que la cosa tiene que comenzar a las 12 y ya van tarde.

Yo sí necesito un café, así que me voy a la cafetería de la esquina. Al salir, el grupo ha crecido.
Mucha gente y dos azafatas en la puerta. Allí veo a Ibañez hablando con una mujer. Voy hacia ellos:

-“¡Hey, Ibáñez! ¿Cómo estás?..”.
- ¡Hombre! ¿Qué tal? ¿Cómo vamos?...

La mujer me dice:

-¿Te acuerdas de mí?...
- Me suena tu cara, pero ...perdona, ahora mismo ...

Sin dejarme acabar la frase, la mujer abre el bolso y saca una foto en blanco y negro: Un grupo sonriente sentados en la redacción de Bruguera, identifico a Julio Fernández, Montse Vives ¡y a ella¡

-¡Dios! Sí, claro que me acuerdo....Look de los 60, y qué jóvenes éramos...
- Sí, ya ves ¡con 40 años menos!...

Saca más fotos: Matias Guiu, Perich, Julia Galán...Volvemos a hablar con Ibáñez...

- ¿Sabes quién se puso en contacto conmigo via mail ? Jordi Bayona...
- ¡Hombre!- dice Ibáñez-. Yo me lo encontré no hace mucho en un acto....Bueno, cuando digo no hace mucho, quiero decir que igual hace siete o nueve años, porque de todo hace siete o nueve años, ¡ja, ja! ... Sí, hasta nuestro hijos ya son del siglo pasado!- Ibáñez señala-.Mira quién viene por aquí!...
- ¡Vaya, si es Bayona!...¡Joder, justo hablábamos de ti!...
- ¿De verdad?...
- Te lo juro, no sabía que venías...

Nos da la mano a los dos...Tengo la impresión de que, por arte de magia ha aparecido la jerarquía de nuevo, Bayona era el segundo de a bordo, la mano derecha de Gonzalez, y para mí, una especie de guía espiritual dentro de la Editorial...No, falsa alarma, Bayona es de aquellos jefes que se hacían respetar de manera natural...posiblemente porque él respetaba a los demás... Hablamos animadamente ...Le digo:

- ¡Has matenido tu tipo!, siempre de figura tan delgada y fina y ese aire austríaco!
- ¡ Ya ves!...
- Y con lo que llegabas a fumar, siempre con el Ducados en los labios...por cierto, Ibáñez, ¿ tú has dejado de fumar?....
- Sí, el 2007, un día dije basta, y se acabó....
- ¡Joder! Yo también lo dejé el mismo año....
- Yo el noventa y tantos- apunta Bayona-. Después de un susto....Bueno, de todas maneras ya hemos fumado todo lo que teníamos que fumar, podemos decir con orgullo, que cumplimos....


Bayona nos presenta a su mujer, una mujer muy elegante y simpática, que se mantiene en todo momento en un discreto segundo plano, consciente de que hoy los protagonistas son los “bruguerianos” y que quieren hablar de sus cosas.
Entramos en el edificio, hay un patio al final del pasillo, muchísima gente. Seguimos hablando entre nosotros, ahora jugamos a identificar gente..."¡Mira aquel! ¿No es tal?...¡Joder, qué mayor está!!...¡Pero si tiene mi edad!!...”Se acerca Ramis, saluda al maestro Ibáñez, se abrazan, nos abrazamos...

-¿Cómo estás, hombre?...¡Hosti! Te veo cachas,tío, con lo delgadito que estabas...-Bayona no lo conoce.-.Este era de los más jóvenes y más buenos- añado.
-No te creas- corta Ramis-, ¡ya voy a cumplir los 48!...

Ahora quien entra en el grupo es Enrich, va directo a Ibáñez y lo abraza, se saludan, luego nos mira a Bayona y a mí y no nos reconoce. Ibáñez le explica quién es Bayona. No acaba de ubicarlo, luego de mí, tampoco , alguien dice: “Segis y Olivio”... “¡Aaaah!” Ahora es Ramis quien dice no conocer a Enrich...Yo digo:

- “¡Montse, la amiga de los animales!”...
- ¡Ah, clarooo! ...
- Y el Caco Bonifacio- añade Ibáñez.

Entra Carrillo un poco despistado... Propongo hacer una foto, se lo pido a De Cos y le doy mi móvil...Cojo a Bayona e Ibáñez por el hombro, mirada al frente... De Cos quiere hacerlo bien y tarda un poquito en encontrar el ángulo...Carrillo comenta:

- Coño, ¿Nos van hacer la foto con un móvil?...
- No hombre, que esa no es la foto oficial, que es mi móvil!

¡Aah!.... Llega Manolito, el hijo de Vázquez, saluda a todos. Le comento a Bayona:

-¿Has visto cómo se parece a su padre? Y tiene las mismas facciones de cara, el mismo color de voz!

Movida en el patio, nos dicen que nos pongamos de espaldas a la pared...casi todos despistados... ¿qué pasa? Vemos delante nuestro una hilera de fotógrafos que comienzan a disparar sus flashes hacia nosotros. Algunos todavía están al otro lado. Le hago una señal a Bayona para que se acerque, lo hace a paso ligero, cruza la frontera....siguen disparando flashes. Ramis, que está detrás mío ,comenta:

-¡Joder, tengo la sensación que nos van a fusilar!

Y Vázquez:

-¿Y yo qué coño hago aquí si solo soy el hijo de Vázquez?

Le digo:

-Mejor ser el hijo que el padre,en este caso, ¿no has visto qué caras pintan por aquí?
Otro dice: “¡Vaya muestrario!...Yo digo: “Bueno, ya casi monstruario!”. Y de repente me doy cuenta que estamos jugando al juego que habíamos utilizado en los viejos tiempos, y que era fuente de un estilo de guión: jugar con las palabras, utilizar la fina ironía o el sarcasmo, según el caso, engrasar continuamente la creatividad jugando con las palabras, dándoles una vuelta y otra,. Y recordé los , para mí, mejores en esas artes: Matías Guiu, Vázquez, Perich, Figueras, Jesús de Cos, Jaume Ribera.....


Se acabó la sesión de fotos, entramos en la sala, hay más gente que sillas, y la mayoría ya están ocupadas , en la última fila quedan dos sillas libres, se sientan Bayona e Ibáñez; detrás, de pie, Carrillo, Ramis, Vázquez y yo, entre otra gente. En las paredes se proyecta, sin interrupción grandes fotografías de la historia de la Editorial...¡Qué curioso! Justo ahora, detrás de la cabeza de Ibañez al que veo de espaldas, se proyecta una gran foto en blanco y negro del propio Ibáñez muy joven, dando la mano a Rafael González.... Bayona me hace una señal, me inclino y seguimos hablando entre los tres, señala a personas: “¿Y aquél quién es?” “¡Mira, son los hijos de Escobar!””¿Has visto a Palomares que mayor está?” "Y Gosset,¿sabeis algo de él?" Ibáñez dice:

- Nada, él se desvinculó muy pronto de todo esto.

Yo añado:

-La última vez que lo vi fue en el funeral de Raf...

Alguien se gira pidiendo silencio...Habla el editor del libro, después Juan Bruguera, que se identifica como el hijo del último Bruguera y nos cuenta la historia de la familia, muy interesante. Ahora es Antoni Guiral quien habla, nos cuenta de manera amena y divertida la génesis del libro. Satisfacción en la sala, el autor lo tiene fácil, el público está totalmente entregado: somos público y protagonistas a la vez...Se está contando la historia de Bruguera, la editorial, todas las etapas...
Bayona me hace señal, me inclino....nos dice:

-Sí, aquí se habla de mucho, pero del final nadie dice nada...
Ibáñez: "Aquello fué tremendo".
Bayona: "Nos pagaban un fijo de 25.000 al mes".
Ibañez: ¡Coño, a nosotros nada!
Yo: No recuerdo cuántos meses trabajamos sin cobrar, tenía que entregarle lás páginas a Matías Guiu en el Metro de Lesseps, porqque habían piquetes en la puerta de Bruguera....¿Cuántos meses duró aquello?Creo que fueron nueve....¿Y los cabreos de Raf?...Bueno, al menos a mí me lo pagaron todo cuando entramos en Ediciones B....

Algunos de la fila anterior giran cabeza, con la misma expresión de antes: ¡Chist!.... Pero los parlamentos se están terminando...Aplausos, turno de preguntas... Sale inevitablemente la nostalgia, más que preguntas parecen evocaciones de un pasado feliz..."¿Por qué la gente no lee ahora tebeos?” “¿Qué tirajes había en los 60?” “¿Ah, es un secreto?” “Bueno, ningún editor dice exactamente la verdad”.....Le doy con el codo a Carrillo:

-Venga, tú, que tienes buena voz, pregunta algo....
-¡ Claro que voy a preguntar!-Levanta la mano, Guiral le cede la palabra- ¿Cuántas páginas tiene el libro ,cuánto cuesta y si nos van a regalar uno?
Guiral contesta:-¡ Ah, una pregunta práctica por fin!... Comenzando por el final, claro que os vamos a regalar un libro... tiene unas 120 páginas y cuesta unos 23 euros....
Carrillo, más serio que antes, levanta aún más la voz y responde: -¡ Pocas páginas, muy pocas páginas! Y demasiado barato, no se puede vender un libro tan barato!
Risas. El Editor aprovecha para apuntar: " Todos los libros son siempre baratos por lo que cuestan...”

Bayona me hace una señal, me inclino, apunta hacia las primeras filas, alguien que acaba de llegar y que está junto a la pared:

-¡Mira! ¿No es Victor Mora?
Ibáñez dice: Yo diría que sí....

Bayona se levanta rápidamente, yo le sigo, nos acercamos al entrañable maestro, que está sentado en su silla de ruedas, muy delgado y pálido, pero sonriente. Recuerdo la última vez que lo vi, por televisión, en una entrevista un posterior a su accidente vascular, y tenía una gran dificultad para hablar, aunque su mente se intuía intacta.... Bayona, que es hombre más bien frío y poco efusivo, se inclina sobre el maestro y le dice:

-Víctor, ¿te acuerdas de mí?
Él abre los brazos y lo abraza: “¡Jordi, qué alegria verte!”

Observo que habla un poco fatigado, pero sin ninguna dificultad...Me mira de reojo. Yo también me inclino y le hago la misma pregunta:

-¿Y de mí, te acuerdas?- Parpadea un poco y busca en su memoria.- Trabajé con usted en el TBO, Obseso Pisafondo...El hombre abre los brazos :

-¡ Ay sí, noi, me alegro mucho de verte!- mientras me abraza, continúa- ¡Mucho, mucho!

Estoy impresionado y conmovido, no sé que decir...oigo murmullo de voces detrás mío, me giro , está todo el mundo allí, ha corrido la voz que Víctor Mora ha venido y todos quieren saludarlo...Entre saludos el comenta:

- No, mi mujer no ha podido venir, no se encontraba muy bien esta mañana y se quedó en casa...

Su mujer es Africa, una de las pioneras en la redacción de Bruguera, es realmente una lástima que no esté aquí.



Me acerco a Guiral, a quien no conozco personalmente, mientras de pie está firmando ejemplares del libro. Cuando llega mi turno, me presento:


-Hola, soy Rovira, quería felicitarte por todo lo que llevas haciendo y...
-¡Hombre, Jaume Rovira, tenía ganas de conocerte, qué alegría!
-¿Tú trabajaste en Bruguera?-Le pregunto.
- No, yo trabajé en Ediciones B, pero ya en los 80 y tantos...la afición a los tebeos me viene por mi padre y...


Alguien se ha plantado junto a nosotros, viene a preguntarle algo a Guiral, me suena su cara pero no sé quién es....Guiral nos señala a los dos: “¿Os conoceis?” Repetimos lo mismo: “Me suena su cara pero no...”. “Alfonso López, Jaume Rovira, Jaume Rovira, Alfonso López....” “¡Hombre! Raro- raro pero no no conocíamos personalmente.


-Yo creo que empezé antes que tú- dice Alfonso.
-No - corta Guiral-, tú comenzaste el 74 y Jaume el 70....
-¡Vaya! ¡Ya salió el historiador!...


Mientras Guiral me dedica su libro: “ A Jaume, por todos los buenos momentos que me ha hecho pasar”.....Alfonso me coge por el hombro y me pregunta:


-¿Cómo te va? ¿ Tienes trabajo?
-Bueno, hace años ya que trabajo en el mundo de la Animación y...


Me suelta como aliviado:
-¡ Menos mal! Entonces, tranquilo...
-¡Hey, hey, no te creas!


Con la bolsa de libros que nos han dado, el libro más un par de álbumes de los últimos Mortadelos, comienzo a despedirme de la gente, la mitad ya no están. Saludo a Julia Galán, dos besos.:


-¡Me gustaría- dice-, cada semana una fiesta como ésta, para que vinieran los hombres a besarme!... También de la amiga de las fotos.


Me despido de Manolo de Cos, hermano de Jesús, que ha organizado el evento y al que todo el mundo quiere...
Y me acerco a Manolito Vázquez que está hablando animadamente con Ramis...me coge por el hombro y le dice a Ramis:


- ¿Sabes que estamos trabajando juntos en un proyecto de animación sobre el personaje de Vázquez?
-¿Ah sí? ¡Me alegro! Cuenta...
Contamos....le pregunto a Ramis qué está haciendo ahora:


-Estoy cada vez más alejado del cómic, ya no hay casi nada...
-¡Dios! ¡Qué desperdicio de talento, qué lástima!


Vázquez nos cuenta que trabaja de realizador, y también dibuja, pero nada que ver con los dibujos de su padre, otras cosas...
Y una confidencia. Ramis le dice a Vázquez:


-¿Sabes que tu padre un dia me dijo que a ti te gustaban mucho mis dibujos?...
-Sí, sí, claro que lo sé, es que es verdad, me encantaban tus dibujos, y a mi padre también. Un día, mientras él estaba dibujando una pàgina me llamó y me la enseñó: mira Manolito que he dibujado en esta pared; un cuadro estilo Ramis.....


-¡Hostia! Pues no sabes la ilusión que me hace oír eso ahora!-Dice Ramis-. Y la ilusión que significó para mí aquellas palabras de entonces...


Manolito nos coge a los dos y nos dice:


- Oye, me gustaría mucho que vinierais esta noche al estreno de la película sobre mi padre, os voy a enviar las invitaciones por mail. Y vamos a estar más en contacto...¿Facebook? ¡Os voy a agregar!


Salgo a la calle con la sensación de haber vivido unos momentos únicos, singulares, divertidos y muy emotivos.
Sin embargo me ha sabido a poco, estoy seguro que hubiéramos podido hablar mucho más...Hay todavía tantas cosas, tantas informaciones que podríamos intercambiar...
Quedan tantas preguntas...
La sensación también, de pertenecer a un extraño club donde ya no puede entrar nadie más, pero sí desaparecer progresivamente, es decir, ¡una auténtica, singular y única especie en extinción!
Todo un mundo perdido, un mundo con sus luces y sus sombras, pero en definitiva un mundo maravilloso
, o mejor un universo, donde algunos hemos tenido el privilegio de vivir y disfrutar desde los dos lados: como lectores y como autores, transversalmente, porque no hay un solo autor, que no haya sido antes un gran lector.
Y normalmente, los lectores llevan un extraño virus contagioso que provoca que haya más lectores...
¿Seguirá vivo este virus?
Vuelvo al principio, a la Feria del Libro de Ocasión del Paseo de Gracia.
Sí, parece que el virus sigue vivo.



Jaume Rovira

Poco puedo añadir, amigos lectores, a las palabras de Jaume Rovira. Realmente, esta reunión- quién sabe si la última de todos estos gigantes de la historieta juntos- rezuma emotividad y creo que se puede afirmar que el señor Rovira ha sabido transmitírnosla a todos nosotros.
De hecho, no exagero si confieso que en algún momento de la lectura de este texto en primera persona, me ha parecido ser quien se reencontraba con todos estos grandes autores y técnicos.
Como quien vuelve, después de mucho tiempo, a casa de unos familiares a los que hace años que no ve pero que forman parte insustituible de su vida.
Estoy seguro de que a más de uno de nuestros lectores le ha sucedido lo mismo.
Y es que, señores, permítanme recordarles que tenemos una afición muy bella.


Gracias de nuevo, señor Jaume Rovira, por su amabilidad y generosidad...

Que no nos vacunen nunca contra este virus...

domingo, 19 de septiembre de 2010

ENTREVISTA A JUAN MANUEL MUÑOZ



Juan Manuel Muñoz nació en 1961. Desde muy joven empezó a trabajar en la Editorial Bruguera entintando algunas de sus estrellas de papel, dada su habilidad como dibujante. Poco a poco, se fue especializando en los personajes de Ibáñez y fue él quien dibujó algunas de los álbumes que Bruguera editó al margen del autor. Fue, al igual que otros tantos profesionales (Jesús de Cos, Toni Bancells, Casanyes, Lourdes Gimeno...), uno de los miembros del equipo que mantuvo activa la producción de "Mortadelos" y otros personajes de Ibáñez a principios y mediados de los 80. A finales de la década, cuando Ibáñez recuperó los derechos de sus creaciones, colaboró intensamente con él en la realización del lápiz de algunos álbumes enteros (El candidato, La maldición gitana...) y en otros dibujó tan solo algunas de las planchas (Armas con bicho, El profeta Jeremías...).
Su buen hacer fue tal, que durante años, antes de que se pusieran de moda los estudios exhaustivos sobre nuestros tebeos más queridos, muchos pensamos que algunas de estas obras fueron dibujadas íntegramente por Ibáñez. A principios de los 90, cuando Ibáñez vuelve a tomar el control absoluto sobre su obra, Muñoz se convirtió en su mano derecha, llegando así a ser en el principal colaborador que jamás haya tenido el padre de Mortadelo y Filemón. Además, de su labor como ayudante de Ibáñez, Muñoz ha demostrado también su versatilidad trabajando para empresas tan exigentes como la propia Disney, lo que le permitió dar vida a estos clásicos personajes infantiles. Sin saberlo, todos lo hemos leído durante décadas, tanto en España como en el extranjero, y agradecemos la aportación que todavía hoy hace a la siempre fatigosa labor de Francisco Ibáñez. Hablar con él supone un reconocimiento a todos aquellos profesionales que colaboraron en la realización de historietas que marcaron a una generación.




Corra, jefe, corra tiene la satisfacción de entrevistar hoy a un artesano de la historieta: Juan Manuel Muñoz.
Pasen y lean.






1.- Suponemos que, como tantos otros autores, usted era aficionado a las historietas antes de dedicarse a ellas profesionalmente. ¿Qué personajes y autores de Bruguera eran sus favoritos? ¿Tuvo alguna otra influencia gráfica a la hora de dedicarse al dibujo?




Sin duda todos los personajes de Ibáñez eran mis preferidos: Mortadelo y Filemón, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, Sacarino, 13 Rue ...
También me influenciaron los creados por el genial Raf: Sir Tim Otheo, Doña Lío Portapartes, Manolón conductor de camión, Doña Tecla Bisturí...
Y otros autores como Vázquez con personajes tan fantásticos como Anacleto,Angelito...
Otros dibujantes y su obra me encantaban como: Schmidt, Segura, Nadal...
El cómic francobelga también estaba entre lo que mas leía, especialmente a dibujantes como Franquín , Uderzo, Roba, Peyo, Deliége, Seron, etc...








2.- Para comenzar, ¿podría explicarnos cómo ingresó en Bruguera y cuáles fueron algunos de sus primeros trabajos?


La verdad es que cuando tuve 16 años y tras realizar un curso de dibujo por correo, dibujé una página a lápiz y tinta de un personajillo de mi invención y mi padre me llevó a la Editorial Bruguera.

Allí me recibió el director artístico, que por entonces era Sanchís.Me hizo una prueba para pasar a tinta y días después me dieron misprimeras páginas. Recuerdo que eran dos páginas de unos personajes llamados Pillo y Bollo, que no recuerdo si los dibujaba Antoni Bancells o David, que estaban dentro del estudio de la editorial también entintando y dibujando otras cosas.

A partir de ahí fuí entintando practicamente todos los personajes de la casa,( Zipi y Zape, El profesor Tragacanto, Deliranta Rococó), y posteriormente los de Ibáñez ( Mortadelo, Sacarino,Rompetechos, Pepe Gotera, 13 Rue etc...) .

Con el paso del tiempo comencé dibujando y pasando a tinta un guión de 6 páginas de Sacarino( “El vil mosquito” ), y posteriormente de otros personajes de Ibáñez.







3.- Con el paso del tiempo, usted acabó trabajando principalmente con los personajes de Ibáñez. ¿Fue esto una decisión personal o lo “especializaron” en la editorial?

Digamos que un poco ambas cosas. Evidentemente dibujar los personajes de Ibáñez era lo más, pero a la editorial le interesaba disponer un equipo de dibujantes y guionistas capaces de imitar el estilo lo mejor posible.Por cierto, recuerdo que Sagasti, por aquél entonces director artístico, me propuso hacer una muestra para dibujar a Zipi y Zape, y quedó encantado, pero el problema fue que Escobar se negó rotundamente a tener ningún “ayudante”.



4.- En la última época de Bruguera, como saben ya nuestros lectores, la editorial se dedicó a sacar una serie de historietas y álbumes de los personajes de Ibáñez al margen de su creador. Así, conocimos a guionistas como Jesús de Cos, quien escribió una notable historieta dibujada por usted: A la caza del Chotta. ¿Guarda algún recuerdo especial de este o algún otro álbum realizado en la última etapa de Bruguera? ¿Se siente orgulloso de alguno en particular?


A la caza del Chotta quizás fué sobre todo por guión el más divertido de los que hice por entonces, pero también hubo otros que recuerdo con cariño:
La cochinadita nuclear”, “Las tacillas volantes”, “El candidato” , “La maldición gitana” etc...




5.- Una vez que terminó la producción de Mortadelos al margen de su creador, ¿cómo fue que Ibáñez lo convirtió en su principal ayudante, a finales de los años 80, aproximadamente?


Fueron unos años muy complicados, en los que hice otras cosas , como un personaje para Suecia llamado Bamse. Con Lourdes hice algunos álbumes para Alemania de Sacarino y contacté con Ibáñez mediante su agente y antigua directora de publicaciones de Bruguera la señora Ana Mª Palé.

Por entonces Ibáñez estaba comenzando a publicar en Grijalbo sus nuevos personajes “Chicha, Tato y Clodoveo” y como no podía usar la cabecera de “Mortadelo y Filemón” pues duraba aún el contencioso con Bruguera, salió la revista “Yo y Yo”. También comenzaba entonces el sustituto de 13 Rue, que fué “7 Rebolling Street” .

Así comencé a dibujar y a entintar estos personajes, o a terminar el lápiz de Ibáñez.



6.- Una de las etapas que más desconciertan a los aficionados a la obra de Ibáñez es la comprendida de los años 1987 a 1990, donde distintas personas como Lurdes Martín o usted mismo realizaron el lápiz de algunos álbumes de forma total o parcial: El candidato, El ansia de poder, La maldición gitana, etc. ¿Era, al menos, el guion de esos álbumes del mismo Francisco Ibáñez? En cuanto al dibujo, ¿participó Ibáñez en alguno de los realizados en esa época?



Por ejemplo, en el álbum “Los sobrinetes” el guión es de Ibáñez y el lápiz hasta la pag 12. El resto el lápiz era mío, pero lamentablemente la tinta la hizo otra persona con resultados terribles.En el álbum “El ansia de poderyo hice todo el lápiz, pero de nuevo con un entintado desastroso ajeno a mí.

Era el sistema de trabajo del Bruguera Equip, y la premura de acabar el álbum primaba sobre el resultado final. “La Gomeztroika”, “ El candidato”, “La maldición gitana”, “El profeta Jeremías”, etc...son más ejemplos de ese sistema de producción. Si no estoy equivocado el guión de todos esos álbumes era de Jesús de Cos, el mejor guionista imitando el sentido del humor de Ibáñez con todo el respeto hacia el resto de profesionales que trabajaron en Mortadelo en la época.

*[ NOTA. La autoría de Jesús de Cos al frente de los guiones de esta época resultaba desconcertante, pues De Cos guionizó personajes de Ibáñez durante la época Bruguera, con álbumes sin firma del autor. Nosotros, sin embargo, nos referimos en esta pregunta a aquellas historietas de Ediciones B en las que sí aparece la firma de Ibáñez. Juan Manuel Muñoz nos despeja las dudas y añade al respecto]:




Ha sido un lapsus de memoria, pues esos álbumes eran guión de Ibáñez y los dibujé en la época posterior a Grijalbo cuando Ana Mª Palé era aún su agente artístico.La presión del trabajo era tal que Ibáñez no escribía los guiones, sino que los grababa en cassette, y posteriormente Ana Mª los transcribía.








7.- Algunas de estas obras alcanzan una calidad humorística notable, como es el caso de El candidato. ¿Guarda algún recuerdo especial de alguno de ellos? Estas obras han pasado durante muchos años por auténticos “Ibáñez”, lo cual habla de su buen hacer. ¿Tiene algo que comentar sobre esta época de su producción?


En parte el mérito era sin duda los magníficos guiones de Jesús de Cos.Y bueno fué una época en la que me desarrollé mucho como dibujante, siendo aún muy joven, pues tenía 22 o 23 años.Era un reto trabajar deprisa y bién siempre con la presión de las fechas semanales de entrega.
La parte mas dura llegó cuando Bruguera dejó de pagar. Estuve 9 meses trabajando sin cobrar, con la amenaza de la dirección a todos los “colaboradores” (así se nos llamaba a todos los dibujantes y guionistas) de que si deteníamos la producción nunca nos pagarían. Fueron unos meses muy duros para todo el mundo.



*NOTA [Nuevamente hace referencia nuestro entrevistado a la última etapa de Bruguera, ya sin Ibáñez].




8.- En aquel momento se incluían en estas historietas multitud de detalles absurdos de fondo que varían en su profusión según el dibujante, lo que nos lleva a pensar que dichos elementos no figuraban en el guion original. ¿Era así, ciertamente, o sí se incluían en el guion inicial dado a los dibujantes?


Estos detalles y gags de fondo eran ya algo normal en lás páginas de Ibáñez, y continuamos incluyéndolo el los álbumes posteriores que realizábamos. Eso sí, eran ocurrencias que “paríamos” mientras se iba dibujando la página.








9.- Llegó un momento, en 1990, en que todos estos elementos absurdos desaparecen (o disminuyen), al igual que la presencia de la señorita Irma, etapa que coincide con la reincorporación de Ibáñez a la realización del lápiz en su obra. ¿A qué se debió este cambio?


No hay ninguna razón para ello, que yo sepa. Simplemente Ibáñez deja de incluir estos gags secundarios progresivamente en las páginas. Es como lo del aspecto de los personajes, con el tiempo hay una evolución casi inconsciente.
Supongo que en algún momento la señorita Irma volverá a aparecer, dependerá del argumento de la historia, pero es un tema que le he comentado alguna vez y sólo decide él.








10.- Desde finales de 1993 hasta 1996, usted dejó los álbumes de Ibáñez (ya en Ediciones B) para dedicarse a colaborar con la empresa Disney. ¿Notó mucha diferencia entre el modo de trabajo de ambos lugares? ¿Sabe usted quién lo sustituyó en las tintas en los álbumes de Mortadelo?



En los aproximadamente algo mas de dos años en que dibujé personajes de Disney, me sustituyó una chica cuyo nombre ignoro. Con Disney no había presión en las fechas de entrega, pero eran muy, muy exigentes en cuanto al estilo y el nivel de calidad del dibujo.












11.- ¿Podría explicarnos brevemente cómo es el proceso de elaboración de una página de Mortadelo? ¿Consulta las dudas que puedan surgir en el acabado a lápiz y entintado con Ibáñez (por ejemplo, vía telefónica) o normalmente suele estar bastante claro lo que ha de hacer? El ritmo de producción parece ser tan agobiante que apenas deja tiempo para dudas y vacilaciones…

Muy raramente le consulto algún detalle sobre las páginas.Sobre el lápiz que él me da yo lo redibujo donde es necesario cuidando especialmente las proporciones entre los personajes, su estilo, también la continuidad de aspecto y proporciones de los secundarios, que los fondos, objetos , máquinas, vehículos, etc, tengan lógica o como se dice en el mundo cinematográfico que haya “raccord” entre las viñetas.
En definitiva me preparo un lápiz muy detallado para entintar con precisión.







12.- Usted se ha dedicado a acabar el lápiz de Ibáñez desde álbumes como Testigo de cargo (1984) hasta la actualidad. ¿Va siendo menor el acabado de Ibáñez con el paso del tiempo o sus páginas siguen igual de “terminadas”?


Sigue dibujando de maravilla, y espero a su edad tener el mismo pulso y seguridad que tiene ahora.Evidentemente con los años se ha ido fiando más de mí y algunos detalles no los termina tanto.Ibáñez es una persona muy perfeccionista y muy exigente con el resultado final del trabajo, lo cual coincide con mi forma de trabajar.





13.- En una historieta cualquiera de Mortadelo y Filemón, ¿qué es lo que más detalla Ibáñez a lápiz? Los aficionados suponemos que se trata de determinadas expresiones, los disfraces de Mortadelo, los vehículos, animales, caricaturas de famosos… ¿Están estos elementos más acabados que, por ejemplo, cualquier personaje que aparezca en una postura “estándar”?




Evidentemente los disfraces están totalmente detallados, teniendo en cuenta que a menudo son disfraces nuevos sobre los que no tengo referencias.También los inventos de Bacterio están bien definidos y las caricaturas por supuesto también.Quizás los secundarios los deja más sueltos para que yo me encargue de mantener en todas las viñetas la propoción y aspecto.








14.- Usted ha entintado páginas dibujadas por otras personas a lo largo de su carrera, pero también otros han entintado otras que usted realizó a lápiz. Mejor que nadie, sabe lo delicada y minuciosa que es la labor de entintado… ¿Alguna vez ha tenido la sensación de que quienes han pasado a pluma sus dibujos, han “estropeado” en cierta forma lo que usted ha dibujado en su versión final?




Sí, la labor de entintar o pasar a tinta, es detallista y paciente, siempre con prisa pues es la última fase de la página, y por lo tanto si el lápiz se retrasa, hay menos tiempo y más presión para el entintador.

Es importante aclarar que el término “pasar a tinta” no me gusta. En realidad sería mejor decir que se dibuja a tinta sobre el lápiz . Un entintador tiene que ser necesariamente un buen dibujante. En el cómic norteamericano siempre aparecen los entintadores junto al dibujante del lápiz, puesto que lo equiparan casi al mismo nivel de responsabilidad en el resultado final.

Y respondiendo a la pregunta te diré que sí , muchos trabajos míos fueron defenestrados por entintadores muy malos.








15.- ¿Qué tal es Francisco Ibáñez como jefe? A los fans siempre nos ha parecido una persona muy sencilla y cercana, pero no sabemos si se trata de un patrón exigente.



De hecho, ya lo he comentado antes. Ibáñez adora su trabajo, y a sus fans y como jefe es una persona cercana y afectuosa pero también exigente y muy preocupada por la calidad de todo lo que llega a los lectores, algo que es perfectamente comprensible tras más de 50 años publicando.








16.- Las aventuras de este par de agentes han divertido a millones de personas en todo el mundo durante décadas, pero ¿es divertido trabajar con estos personajes? Y como lector, ¿le hacen gracia Mortadelo y Filemón?



Hombre, a veces no tengo tiempo de leer con tranquilidad las páginas en las que estamos trabajando, pero te aseguro que una vez publicado me leo el álbum como un lector más y me troncho en muchos momentos.
Me viene a la memoria, cuando yo comenzaba de jovencito a interesarme por el mundo de la historieta, el haber llorado de risa literalmente leyendo “Valor y al toro” (en la escena del camarero pequeñajo y el toro en el hueco de las escaleras del hotel) y por supuesto también con otras muchas historias, no solo de Mortadelo sino también de otros de sus personajes.







17.- De todos los álbumes en los que ha colaborado con el maestro, ¿tiene alguno (o algunos) favorito? ¿Y de la producción de Ibáñez en general, al margen de su trabajo conjunto?




No podría escoger un álbum preferido entre los cientos dibujados pero destacaría “Mortadelo de la Mancha” en los últimos años por lo ingenioso de la historia con esos diálogos recordando el castellano del siglo de oro español.
Quizás también “El tirano”, “El señor de los ladrillos”, bueno y decenas más. Como he citado en la anterior pregunta de la primera época destacaría “El sulfato atómico” y “Valor y al toro”, además de muchos otros.





18.- En la misma línea, ¿cuál es su personaje favorito de entre los de Ibáñez?



Sin duda Mortadelo y Filemón, y creo que como secundario Ofelia es sencillamente genial.
Rompetechos sería algo especial, pero sobre todo destacaría las historias en las que aparece su tío Lentejo cuando va al pueblo.
Sobre todo cuando se publicaban en la revista semanal Din Dan, en la portada, eran para descojonarse, con perdón.






19.- En los últimos tiempos han proliferado los blogs, foros e incluso libros (como el de Miguel Fernández Soto, El mundo de Mortadelo y Filemón) sobre la obra de Ibáñez. ¿Qué opinión le merecen estas investigaciones y el interés que su obra suscita en tantos aficionados?






Me parece fantástico que haya ese interés por la obra de Ibáñez, pero deseo también que eso sirva para conocer el trabajo de otros muchos grandes creadores de la época que no tuvieron nunca el reconocimiento público que se merecían o merecen.

Es bueno que en este país se valore el cómic y así como en Europa, Estados Unidos, Japón, etc., se considera un arte con mayúsculas también en España debe llegar a ese nivel.
Y desde luego que la historieta siga ganando lectores entre los niños y jóvenes de hoy, puesto que son el futuro.






20.- Durante décadas, la crítica ha despreciado el tipo de historietas “bruguerianas” (si se me permite la expresión) y a sus autores, al considerarlos excesivamente populares. Con el tiempo, algunos estudiosos de la cultura popular han cedido y reconocen la genialidad de Vázquez, la habilidad de Raf, la denuncia de Escobar…Pero son todavía tímidos a la hora de reconocer la aportación de Ibáñez. ¿A qué cree que se debe este reparo? ¿Es Ibáñez demasiado popular para gustar a los críticos?







Es cierto , que la producción masiva de revistas en los tiempos de Bruguera se consideraba incompatible con la calidad .

Eso es radicalmente falso.Los autores trabajaban dando lo mejor de si mismos, presionados por las fechas y no demasiado bien pagados en general. A veces a los estudiosos, se les olvida que un creador también tiene una familia , hipoteca, etc.Y durante muchos años o trabajabas para Bruguera o prácticamente no tenías muchas más opciones, excepto hacerlo para el extranjero , cosa que la caída de Bruguera propició en los primeros 80.

Y en cuanto al reconocimiento a Ibáñez, creo que viendo las larguísimas colas de lectores que siempre esperan a que les firme un ejemplar, no hay mas que decir.

Ese es la verdadera demostración de su grandeza como artista y creador.




21.- ¿Es consciente usted de su relevancia como principal ayudante (durante casi tres décadas) del autor de cómics más vendido y leído en nuestro país y en parte del extranjero?



La verdad, no creo ser más que un profesional que ha dedicado muchos años a hacer lo que más le gusta, que es dibujar.
Hago mi trabajo lo mejor que puedo y además creo que soy un privilegiado de realizarlo junto a Ibáñez desde hace mas de 30 años, que cuando era un niño ya admiraba.De alguna forma ver su trabajo fué lo que me hizo decir un día: “yo quiero ser dibujante”.








22.- ¿Por qué no ha sido acreditado en los cómics de Ibáñez? Es cierto que en nuestro país no es una práctica demasiado habitual, como ocurre con el cómic norteamericano. ¿No siente el deseo de que su labor sea también reconocida por el gran público, y no sólo por los “especialistas”?




Ciertamente en España no es habitual citar al ayudante o al equipo de un dibujante. Somos muchos los que trabajamos o hemos trabajado en producciones anónimamente.
Y en cuanto a la cuestión de si me gustaría, la respuesta es sí , claro. Todos tenemos nuestro pequeño ego.






23.- Sin duda, es usted una de las personas que mejor conocen el estilo de Ibáñez, uno de los que más ha trabajado con sus personajes. Aunque afortunadamente tenemos Ibáñez para rato, ¿existe la posibilidad de que usted sea su sucesor al frente de la serie cuando el maestro decida colgar los lápices, allá por el 2057?






Esta es la gran pregunta. Espero y confío primero, que los personajes continúen muchos años gozando del favor del público, y si eso es así, supongo que será una transición paulatina y siempre con la supervisión de Ibáñez, que ojalá y como dices se jubile dentro de muchos, muchos años.






24.- Por último, ¿hay algo que quiera decir a quienes llevamos tantos años disfrutando de su trabajo (unos somos conscientes, otros no) y siendo un poquito más felices gracias a esas historietas en las que usted tiene un papel tan destacado?





Dar las gracias a todos los seguidores de Ibáñez por su inquebrantable fidelidad y desear que sigan riendo y disfrutando de la obra de este genial dibujante a la que aporto humildemente mi grano de arena.
Y por supuesto gracias por tu interés en mí y mi trabajo, y espero haber aportado algo más de luz sobre el tema.

Un cordial saludo.








Con esta amabilidad se despide Juan Manuel Muñoz, a quien queremos darle las gracias no sólo por concedernos estos minutos de su tiempo, sino por la labor que realiza en su colaboración con Ibáñez ayudando así a que muchos seamos un poquito más felices. Que no es poco.











Pueden obtener más información sobre el autor en su portafolio:





http://portafoliojmmunoz.blogspot.com/








¡Gracias por su atención!


domingo, 12 de septiembre de 2010

MORTADELO VUELVE AL "COLE"


Por primera vez en este blog, vamos a reseñar hoy el contenido de una revista basada en uno de los personajes de Ibáñez. En esta ocasión, se trata de Mortadelo Extra, concretamente el Extra Evaluaciones de septiembre de 1989, que viene muy al pelo para la vuelta al “cole” de los más pequeños. Lamentablemente, Ibáñez, dado su status de estrella en la revista, no se adaptó a la temática general, no sabemos si por no alterar su ritmo de producción, ya bastante enfocado a las historietas largas, o si bien fue porque el material de este número debió de prepararse las últimas semanas del verano, época en la que, suponemos, Ibáñez gozaría de unas vacaciones mayores a las del resto de sus compañeros.









No obstante, sí nos dejó una espléndida portada de las que tanto echamos de menos los fans últimamente. Como es común en las cubiertas más clásicas, en un plano más cercano tenemos a un lujoso Mortadelo disfrazado de escolar que se dispone a acudir a clase, mientras que Filemón ocupa un segundo plano y es el personaje que dice el texto que genera el chiste. Por si el disfraz de Mortadelo no fuera lo suficientemente atractivo, Ibáñez lo adorna con numerosos detalles, como una rana y un bocadillo que salen de la mochila, una tirita en la pierna, un bolígrafo colgado de las gafas y un ratón con mascarilla que, parece, habita en los zapatos de este particular alumno. No son estos los únicos detalles absurdos de la cubierta, pues hay que sumarles la serpiente atrapada en una baldosa, un cuadro con el bucólico motivo de una pera, un dedo que asoma por la cerradura y un señor de fondo con una pistola en su nariz. Hay que destacar también la conseguida expresión de inocencia e ilusión del personaje de Mortadelo, que muestra aquí su faceta más infantil, la cual forma una parte importante de su personalidad inmadura y despreocupada.

Como dijimos, la historieta de Ibáñez para la ocasión no tiene nada que ver con la temática de las evaluaciones. Se trata de Humo (también titulada Misión con muchos humos), publicada inicialmente en el Super Pulgarcito nº 49. Se trata de una misión estándar de la pareja sin más alusión a las evaluaciones que una frase de Mortadelo: “¡Se pasa el día de cara a la pared, como un colegial burrillo!” (pág. 5). Aunque no creemos que los editores hayan reproducido esta historieta en este número por ese detalle, pues la alusión es mínima e irrelevante.





El resto de autores sí cumplen con la temática sugerida por la editorial. Así, encontramos el buen hacer de Marco, quien nos proporciona una de las historietas más divertidas de Jarry Jarrón en la que se somete a un examen. Lo más destacado de esta historieta es la penúltima plancha, que presenta un modelo de cuestionario y las respuestas de Jarry, un recurso que utilizan la mayoría de los autores que citaremos y que constituye lo más divertido de sus respectivas historietas. Marco también nos deleita con una historieta genérica titulada Maldito examen de inglés, en la que ironiza acerca de la invasión de la lengua inglesa en la vida de los jóvenes de la época y la escasa repercusión en el aula de dicha influencia.

Ramis nos deleita con un Sporty en su mejor época, que sigue el mismo modelo de examen, eso sí, con temática deportiva, aunque destaca una sección humorística de tintes vazquianos titulada Lío profesoril. ¿Quién es quién?, donde reta a los lectores a adivinar la asignatura que imparten los docentes partiendo de la ilustración, con sorprendentes resultados. Por su parte, Los especialistas de Maikel recuerdan con añoranza sus exámenes de cuarto curso, con desternillantes pruebas escritas. Muy divertida es también su página temática “Historia de las chuletas”.

Jaume Rovira somete a sus traperos de alivio a la tensión de un examen de homologación de su gremio. En un planteamiento original, encontramos el cómico contraste entre las escuetas respuestas de Segis y los rollos que suelta Olivio, que llegan a ocupar más de media plancha con su texto. Además, Rovira realiza la divertida historieta Escuela de la 3º edad de Pedregal de las mulas tordas, donde unos ancianos rurales han de presentarse al examen final de un cursillo acelerado de alfabetización. Destaca la última plancha, con las preguntas y respuestas de la prueba, con algún que otro chiste ligeramente picante dirigido a los lectores más maduros.





José Royo, por su parte, firma dos páginas de chistes, aunque solo una tiene que ver con la temática global. March, por otro lado, lleva a Tranqui y Tronco a enfrentarse con un niño terrible al que tienen que educar, en una historieta de tintes ibañezcos, además de dar consejos en otra historieta para aprobar el carné de conducir. Billy Roca, dibujado por Miguel y guionizado por Jesús de Cos, que se presenta a un examen en la Escuela de magos y adivinos. Cierra la historieta una irónica caricatura de los autores.


Cera realiza una página temática donde disecciona a uno de los miembros más activos de la fauna colegial: el gamberro. Tampoco falta la insustituible página de Pafman, con una divertida historieta titulada Examen para Super Héroe (cuyo argumento resulta obvio), donde tampoco falta la plancha completa dedicada al delirante examen.

El volumen culmina con un cuestionario para los lectores de la revista acerca de sus personajes. Recomiendo a quienes nos leen que se hagan con un ejemplar de este Mortadelo Extra Evaluaciones, pues se trata, en mi opinión, de uno de los números más divertidos de la etapa de Ediciones B en el que los autores habituales de la casa dan lo mejor de sí. Resalto el curioso detalle de que la mayoría de ellos brillan más en esta ocasión con sus páginas sin personajes fijos que con sus series rutinarias, las cuales, no obstante, ofrecen momentos antológicos en este Extra.

Con todos ellos, la vuelta al “cole” costaba menos, sin duda.

domingo, 5 de septiembre de 2010

LA VUELTA (2000)


La vuelta(2000) es uno de los álbumes de Francisco Ibáñez más populares de los últimos años, así como, probablemente, una de sus últimas grandes historietas. En esta ocasión, el autor catalán se esforzó por romper con la atonía de la que la serie empezaba a adolecer por aquella época, realizando un álbum algo más original que otros de los firmados por él. La ocasión, sin duda, lo merecía. En el año de esta historieta, 2000, el ciclismo español eligió a Mortadelo como mascota oficial de La vuelta ciclista a España, lo que supuso una reactivación más (y van muchas) de los personajes. El acontecimiento fue conmemorado con la utilización de nuestros agentes para decorar viseras, gorras, pegatinas…Llegaron incluso a protagonizar varios anuncios televisivos que, partiendo de las viñetas de Ibáñez, configuraban chistes que intentaban mostrar, sin éxito, el humor de las historietas. Incluso se llegaron a hacer representaciones teatrales al final de las distintas etapas de la vuelta ciclista. En ellas, un grupo de actores disfrazados como los agentes de la TIA tenían que resolver una complicada misión entre meteduras de pata y equívocos que sólo podían entretener a los más pequeños de la casa.

El álbum parte de una introducción en la que se hacen chistes sobre los diferentes tipos de ciclistas y en los que se juega con los tecnicismos de este deporte, al igual que se hizo con el fútbol en Mundial 98 (1997). Ibáñez se desenvuelve con soltura en este prólogo, sacando un enorme partido a cada gag. La llamada del Súper a los agentes, que no están precisamente trabajando, incluye algún burdo juego de palabras como el de “doblarse el pito”-haciendo referencia al dominó-, que aparece también en Parque de atracciones (2003).






Al igual que ocurre antes de acudir a los Mundiales de fútbol u Olimpiadas, nuestros agentes se han de entrenar con sus respectivas bicicletas, lo que da pie a algunos gags que servirán de base a los del álbum El dopaje…¡qué potaje! (2006). Así, en ambos Filemón acarrea un ridículo triciclo mientras que Mortadelo usa un obsoleto velocípedo, con el que se da un golpe idéntico en ambos álbumes por no agachar la cabeza al atravesar las puertas. Tampoco falta en los dos volúmenes la caída por las escaleras.















Una vez mostrada su (im)pericia sobre dos ruedas, los agentes reciben la misión de impedir el boicot a la Vuelta ciclista a España que pretenden hacer los del TIO (Troyanos Invictus Orbi), la Secta del Caballo de Troya, que defiende la supremacía del caballo sobre cualquier miembro mecánico (las motivaciones de los villanos de Ibáñez siempre son curiosas).Al igual que otros grupos subversivos de Ibáñez, los del TIO tienen un grito de guerra: un relincho. Esto nos recuerda al “¡Que viva la Pepa!” de En marcha el Mundial 82 (1982) o el “¡A jorobar osamentas!” de Los verdes (1997).



El medio de locomoción para llegar a Málaga es un autobús tan cutre como “El avión” de El sulfato atómico (1969). No deja de ser curiosa la referencia constante a ciudades reales en este álbum, quizá como homenaje a aquellos municipios que acogieron el paso de los ciclistas durante esa edición de la Vuelta. Del mismo modo, se juega con los tópicos de cada región: los largos apellidos de los vascos, las navajas albaceteñas, los valencianos y sus fallas… Málaga no será una excepción y en ella vemos una ambientación tan arquetípica (con toreros, gitanas y cantaoras de las de peineta) como la que hizo de otra ciudad andaluza, Córdoba, en Mundial 78 (1978). Destaca la abundancia de bares que Ibáñez ubica en un espacio relativamente pequeño, aludiendo con simpática sorna (no hay que buscar dobles lecturas) a la fama de alegres y juerguistas que tienen los andaluces.


En muchos sentidos, como ya hemos apuntado, La vuelta sigue el esquema de los álbumes de Mundiales y Olimpiadas. Así, la presentación de los distintos equipos, con juegos de palabras forzados derivados de la adaptación humorística de conocidos equipos reales, es un equivalente a los desfiles de países que muestra en cada una de sus entregas deportivas. Tampoco falta el desfile de caras famosas, como la de Jesús Gil, con mención a Imperioso (su caballo) incluida. Este personaje aparece caricaturizado también en Maaaastrich…¡Jesús! (1992) y en Los vikingos (2000), e incluso era el protagonista inicial de El señor de los ladrillos (2004), pero su muerte obligó a que lo cambiaran en el último momento. También aparece nombrado en 20.000 leguas de viaje sibilino (1994). Tampoco faltan en esta etapa inicial José María Aznar, del que se critican sus nombramientos “a dedo”, Jordi Puyol y Manuel Chaves, en su única caricatura hasta el momento en la serie y que quizá fue incluido a falta de un líder definido y duradero en el PSOE durante esa época.








En esta primera etapa, Mortadelo va demostrando su incompetencia, que llega a su punto cumbre cuando nuestros agentes tiran por un terraplén, desviándose de la ruta marcada, y acaban lanzando por los aires a buena parte del resto de ciclistas (pág. 16), en una escena basada a la que Franquin nos mostró en el álbum de Spirou, fechado en 1954, La máscara, concretamente en la página 16. Como se puede observar, aún en pleno año 2000 Ibáñez sigue teniendo como uno de sus principales referentes a André Franquin. No será el único ejemplo que encontraremos en esta historieta. Aun así, aunque sea con la ayuda de un cohete, Filemón consigue ganar la etapa.







Para hacer descansar al lector de tanta carrera ciclista, Ibáñez retrata a continuación la actividad relativa a la Vuelta ciclista más allá de la carrera: los talleres, las entrevistas, el refrigerio para deportistas y técnicos… En estos intervalos, los agentes aprovecharán para jorobar al director de la Vuelta como hicieron en su día con los entrenadores de fútbol, así como para intentar cazar a los saboteadores, no sin ocasionar algún que otro equívoco. Durante las cuatro páginas siguientes, volvemos a ver a nuestros héroes en la carretera, donde las peregrinas ideas de Mortadelo casi llevan a su jefe al cementerio y, curiosamente, vuelven a llevarlo al podio, no sin antes chocar con el citado director del evento.



En las páginas siguientes, nuestros hombres aprovechan su estancia en Albacete para intentar capturar a los saboteadores, pero, obviamente, solo consiguen que Filemón sea mordido por un caballo y agujereado por decenas de navajas típicas de la ciudad. Dado que en la siguiente etapa llegan a Valencia, no es de extrañar que Mortadelo siga diezmando el número de ciclistas mediante la explosión que ocasiona su disparo a un camión cargado de petados, cohetes, truenos, tracas, etc. Las cuatro páginas siguientes ceden protagonismo a los del TIO, que como ocurre cada vez que uno de los villanos pretende eliminar a Mortadelo y Filemón, fracasan. Destacan en este segmento los comentarios del caballo (tan cínico y resignado a su suerte como siempre en Ibáñez). Al final, el pobre bicho acaba huyendo de sus protectores (otra constante en el universo del autor) y Filemón vuelve a ganar la etapa gracias a la oportuna aparición de un rinoceronte.





El tema del dopaje aparece en las dos páginas siguientes de forma muy sutil, quizás porque al fin y al cabo Mortadelo y Filemón eran mascotas de la Vuelta ciclista y no convenía incidir en ese tema. Incluso en El dopaje…¡qué potaje! se libra de toda culpa a los ciclistas a la hora de abordarlo en el segmento final del álbum. Con la excusa de tener que orinar y gracias a la torpeza de Mortadelo, Filemón queda con sus “vergüenzas” al descubierto, de manera que aparece como un exhibicionista a los ojos de un recatado grupo de ancianas. Esta faceta de Filemón como “escandalizador de gente bien” la hemos visto en El inspector general (1990), El caso del señor Probeta (1991), Mundial 94 (1993) y se repetirá en Mortadelo de la Mancha (2004), ¡Y van 50 tacos! (2007) y El dos de mayo (2008), entre otros. Nótese que entre el grupo de “escandalizadas” siempre suele haber una viejecita a la que no le disgusta tanto el paisaje que tiene la ocasión de contemplar.



En las dos páginas siguientes, nuestros agentes continúan con su carrera y en ella observamos algunos recursos ingeniosos, como el uso de un cabritillo al que Mortadelo “explota” para que pedalee o la visita a Port Aventura (se da el nombre real del parque y no se utilizan eufemismos, como es el caso de Port Chifladura, en Parque de atracciones). Destaca la incursión en el conocido recinto temático, que da pie a buenos gags y a escenas demoledoras: como la de los ciclistas siendo arrollados por una atracción en una montaña rusa. Sobresale la página 37 por el nivel gráfico de la misma, pues se cuidan algo más los detalles, hay mayor variedad de planos y encuadres, así como una composición algo más original de la página. Súmenle a esto el impactante dinamismo de la quinta viñeta y comprenderán por qué decimos que se trata de una de las planchas más destacables del álbum. Finalmente, los agentes vuelven a ganar la etapa, no sin antes eludir una de las trampas de los del TIO, eliminar a gran parte del pelotón y hacerle la pascua al director de la Vuelta.La siguiente etapa es una contrarreloj en la que vemos a Mortadelo montado en su bici… de espaldas. Esta escena, que apreciamos en la página 39, también recuerda, aunque someramente a la mostrada por Franquin en La máscara, la historieta de Spirou antes citada, con un Fantasio llevado por la inercia y conduciendo su bicicleta de espaldas. La gloriosa mente de Mortadelo, en busca de una rueda de repuesto, lo lleva a tomar una tapa de alcantarilla cuya ausencia provocará la caída de otros tantos corredores hasta llegar al punto en que la Vuelta solo consta de 17 participantes.

En la última etapa, los sobrevivientes acaban arrastrados por la corriente del Tajo, después de seguir al líder de la carrera, Mortadelo, que creyó leer “atajo” donde ponía “al Tajo”, en un gag más propio de Rompetechos. Tras eliminar, literalmente, a sus compañeros, Mortadelo y Filemón ganan, eufóricos, la Vuelta. No deja de ser curioso que Mortadelo figure el primero en el podio cuando es Filemón quien ha ganado más etapas. El tercer puesto se le adjudica al gato, por falta de ciclistas. Por último, Ibáñez pone colofón a la aventura haciendo que Mortadelo y Filemón lleven a la mismísima TIA un enorme caballo de Troya relleno de explosivos, obra de los hombres del TIO. La historia culmina con la sede de la TIA de nuevo destruida y un Súper vendado de la cabeza a los pies que persigue a unos agentes que, no contentos con lo pedaleado en este álbum, huyen en bicicleta. No es esta la primera vez que nuestros agentes llevan hasta su cuartel general algún objeto que contiene el explosivo que buscaban. Esto mismo ocurre, por ejemplo, en Lo que el viento se dejó (1981).


En líneas generales, como hemos dicho antes, se puede afirmar que este álbum está por encima de la media de los realizados a comienzos del nuevo milenio. El guion, a pesar de sus incoherencias (no parece que nadie más forme parte del equipo de la TIA), resulta, en conjunto, superior a lo que Ibáñez nos tenía acostumbrados desde finales de los 90. El lenguaje, aunque a ratos es soez, presenta la particularidad de reflejar los dialectos de distintas zonas de España. Así, se representa tópicamente el andaluz, así como el valenciano. Ya vimos que Ibáñez hace en La Vuelta un mínimo esbozo de representar lo más característico de cada una de las zonas por donde pasan sus agentes, lo cual nos remite al álbum de Astérix La vuelta a la Galia (1965), en el que Goscinny y Uderzo parodian el mítico Tour de Francia, y en el que se hace hincapié, de una forma más profunda, en las peculiaridades de cada una de las regiones visitadas por los protagonistas.

Desde el punto de vista gráfico, se trata de una aventura más trabajada, en la que abundan las viñetas multitudinarias, con gran cantidad de personajes, a lo que hay que añadir la dificultad de dibujar cientos de bicicletas. El mismo Ibáñez se ha lamentado en más de una entrevista de la pesadez que supusieron las ilustraciones de este álbum. Y es que nuestro autor no se limita a dibujar ciclistas de fondo, sino que, fiel a su idea del gag acumulativo, nos deleita con pequeños gags visuales que despiertan la sonrisa del lector y que rompen la monotonía. Así, en el pelotón podemos encontrar ciclistas hindúes, ancianos, vagabundos, un burro, a Superman, R2p2, ciclistas con ruedas cuadradas, etc.



Hasta qué punto los aficionados han sobrevalorado este álbum sólo por salirse un poco de los esquemas clásicos, sería difícil saberlo. Pero no cabe duda de que Ibáñez se esmeró más en la realización de esta aventura, siendo una de las más originales y recordadas de las últimas décadas. Como dato, hay que añadir las espectaculares tiradas de La Vuelta, con 30.000 ejemplares vendidos en 2 meses y con medio millón más distribuido gratuitamente por los periódicos del Grupo Z, convirtiéndose, de esta forma, en una de las aventuras de la pareja más difundidas. Dejamos para los sociólogos el hecho de que unos personajes que por aquel tiempo tenían más de 4 décadas, mantuvieran una popularidad que les permitiera ser elegidos mascotas oficiales de La Vuelta ciclista a España.