Miquel Pellicer es otro de los hombres fundamentales de la intrahistoria de la editorial Bruguera. Empleado en ella desde principios de los sesenta, estuvo vinculado a las ediciones infantiles, entre las que se incluían las viñetas de los artistas que alimentaron nuestra infancia y juventud. Nombre clave en las transición de Bruguera a Ediciones B, Pellicer ocupó en la nueva ediotiral el cargo de Editor Jefe de libros infantiles, libros ilustrados y revistas. Hoy día se mantiene activo desarrollando su faceta más artística, pintando cuadros y realizando carteles, amén de algún proyecto relacionado con la escritura. Les invito a que lean las palabras que, atentamente, nos ha dedicado y espero que estas les resulten tan interesantes como a mí. A través de ellas conoceremos algo más de la Editorial Bruguera, de Ibáñez y de las historietas que nos forjaron a lo largo de los años.
1.- Para situar a nuestros lectores, hablemos de sus comienzos en el mundo editorial. ¿Cómo entró a Bruguera y qué cargos u ocupaciones ha ido desempeñando tanto en esa empresa como después en Ediciones B?
En 1960 ofrecí a Editorial Bruguera chistes ilustrados que su departamento de Creaciones Editoriales compraba para sus revistas y para vender en el extranjero. Creo recordar que presenté unos diez chistes y me compraron uno solo, previas modificaciones en las narices de los personajes. Dejé muestras de otros trabajos por si podían interesar, especialmente cuentos que yo había escrito e ilustrado. A los pocos días me llamaron y propusieron entrar en nómina para ser el responsable de un nuevo departamento dedicado a ediciones infantiles. Y ahí me quedé.Mi primer despacho consistía en una mesa bajo una escalera. Después de un tiempo me nombraron jefe del Departamento de Ediciones Infantiles, con un despacho que compartía con Juan Bruguera que tenía dos despachos. Había un solo editor en toda la editorial que era Francisco Bruguera. Lo máximo que podía aspirar uno era a jefe de departamento aunque hacía las tareas de lo que hoy se llama editor. En Ediciones B, fue distinto. Entré ya como Editor jefe de libros infantiles, libros ilustrados y revistas.
2.- A lo largo de las décadas, usted ha podido trabajar con personalidades de la talla de Escobar, Vázquez, Segura, Raf, Jan… ¿Qué recuerdos tiene de estos grandes autores?
Esos dibujantes me acomplejaron. Yo he dibujado siempre utilizando mucho la goma de borrar. La mayoría de ellos eran rápidos (quizás Raf era el más rápido que conocí ), encajaban un poco los dibujos a lápiz y luego lo repasaban con tinta. Solamente uno de ellos OLI ( Enrique Oliván) dibujaba directamente a tinta y sin ningún tipo de documentación gráfica. Era capaz de dibujar de memoria cualquier cosa, una cápsula espacial, un león, la caricatura de un famoso... Y eso me acomplejó mucho. Curiosamente ninguno de estos famosos dibujantes presumía de sus cualidades. Todos empezaron tímidamente pero dibujaban tanto y con tantas prisas que llegaron a ser unos maestros de dibujo. Ibañez, cuando empezó, era francamente malo pero ahora para mí es de los mejores dibujantes de humor. Esas portadas que hace los últimos años de Mortadelo merecen estar enmarcadas en un museo.
Conti era todo un caballero, parecía un doctor o un personaje importante, pero no un dibujante colaborador. Se comentaba que Conti tenía un sistema mecánico muy rápido para hacer chistes por la cantidad de ellos que entregaba cada semana. De Peñarroya admiraba sus multitudes, con grandes escenarios, eran geniales, llenos de detalles. Viajaba mucho, hacía turismo continuamente pero sobre mapas... Jan es también muy rápido y con una gran memoria gráfica. Creador de muchos personajes de los que perdura únicamente el Superlópez. Domina muy bien el color.
3.- ¿Cuáles eran sus autores y personajes favoritos dentro de la editorial?
Cada autor y cada personaje tenían sus cualidades. Pero creo que cada uno por separado no hubiesen llegado a crear una linea de humor tan particular. Si el dibujante era capaz de crear buenos guiones y después desarrollarlos gráficamente ese triunfaba. Pero no todos lo conseguían, algunos dibujantes mediocres (como lo eran todos al principio ) necesitaban encargar los guiones a uno o varios guionistas y eso era terrible para el personaje y para su dibujante. De cada dibujante tenía un personaje preferido. Bueno, de algunos más de uno, como Vázquez con Anacleto, La familia Cebolleta o Las hermanas Gilda. Con Ibáñez, aparte de Mortadelo, su Rompetechos era genial. Jan con el Superlópez y Pulgarcito. Escobar, con Zipi Zape.
4.- Centrándonos en la época de Bruguera, a finales de los años sesenta una encuesta reveló que Mortadelo y Filemón eran los favoritos de los lectores, abonando así el terreno para las aventuras largas de la pareja, así como a la revista Mortadelo. ¿Realmente fue una sorpresa la predilección del público? ¿Recuerda cuáles fueron las reacciones de directivos, dibujantes y del propio Ibáñez ante el resultado de la encuesta?
La encuesta sorprendió a todos. El resultado fue abrumador, le seguía a mucha distancia, pero también destacado, Zipi y Zape.La reacción de la editorial fue, entre otras, crear la revista Mortadelo. Yo editaba entonces los álbumes de Astérix y conociamos la buena aceptacion del publico a este tipo de ediciones. Por ello se decidió encargar a Ibáñez una aventura larga tipo Astérix, con dibujos muy acabados y con mucho detalle en los fondos. Este álbum fue "El sulfato atómico" con el que se inició una colección que sigue publicándose después de tantos años. Y yo di color a estas primeras portadas que dibujó Ibáñez. La reacción de Ibáñez no la recuerdo pero para él, aparte de la satisfacción de tener un personaje con tantos admiradores, siguió cobrando lo mismo por página entregada. No recuerdo cuándo empezó a cobrar royaltis pero tardó mucho y con unos porcentajes que hoy resultarían irrisorios.
5.- A mediados de los ochenta, se produjo la transición de Bruguera a Ediciones B. Usted trabajó en ambas empresas. ¿Cómo vivió esta época de cambios?
En el 82 en plena crisis de Bruguera, en que el pago de las nóminas completas se fue retrasando mes tras mes. Al igual que la mayoría de empleados intenté encontrar un nuevo trabajo y entré en contacto y colaboré con otra editorial y por ello me despidieron. Para los que quedaron fue una época horrible. Cambios continuos de directores, impagos totales en Sudamérica, resultados comerciales muy negativos. Algunos directivos marcharon de Bruguera llevándose colaboradores tan importantes como Ibáñez, Escobar y Raf, lo cual ayudó a empeorar la situación. Debido a los elevados créditos que no se pudieron devolver la editorial quedo en poder de un banco, que creo recordar era Banco de Crédito Industrial.
Finalmente el Grupo Zeta hizo una importante oferta para quedarse con la editorial. Las gestiones de compra las llevo directamente Antonio Asensio y Félix Espelosin ,un ex directivo de Bruguera. Antes del acuerdo definitivo propusieron a Silvia Querini como editora libros para adultos y a mí como editor de libros infantiles y cómic. Como ambos aceptamos estas responsabilidades la operación de compra se llevó a cabo.Me ocupé personalmente de organizar el traslado de todo el fondo editorial a Parets. Archivos de documentos y originales, así como todos los stocks de libros fueros trasladados desde distintos locales de Barcelona a Parets. Por desgracia las instalaciones de Parets estaban bastante deterioradas, y como esos días llovió fue difícil localizar locales sin goteras donde depositar todo lo trasladado. El aspecto era catastrófico.
Un grupo de disidentes que no quisieron abandonar la empresa estuvieron encerrados bastante tiempo y habían roto instalaciones eléctricas y provocado agujeros en los techos. Algunos acreedores habían vendido urgentemente a chatarreros algunas maquinas impresoras y fueron retiradas sin desmontar, rompiendo las paredes para sacarlas enteras. Lluvia, viento y oscuridad fueron mis compañeros la ultima noche del traslado.
6.- Antes de que Ediciones B llegara a un acuerdo con Ibáñez, un equipo apócrifo siguió realizando nuevas historietas de su pareja estrella. ¿Cómo valora hoy en día ese producto? ¿Fue más o menos rentable, de cara a las ventas?
Antes de que
marchara
Ibáñez, ya
trabajaba en Bruguera un equipo de dibujantes que imitaban a quien hiciera falta. Era un grupo dirigido por
Blas Sanchís y que empezó produciendo paginas de
Vázquez cuando este comenzó a desaparecer periódicamente y también dibujaban paginas de
Mortadelos cuando
el jefe de revistas precisaba más material del que podía hacer Ibáñez. Eran páginas francamente malas que desacreditaban a los autores originales.
Para hacer páginas de Mortadelo se creó otro grupo, no recuerdo si
Bruguera o mas tarde en
Ediciones B, que firmaba
Equipo B y que desapareció cuando
Ibáñez llego a un acuerdo con el
Grupo Zeta. Todas las pagina "falsas" fueros localizadas y destruidas o apartadas del resto de originales auténticos de Ibañez.El hecho de
crear este material fue la única manera que Ediciones B podía relanzar de nuevo la revista Mortadelo y Super Mortadelo.
7.- ¿Cómo fue trabajar con Ibáñez durante tanto tiempo? ¿A qué se debe que durante tanto tiempo este autor realizara seis (ni más ni menos) álbumes anuales?
Ibáñez es, contrariamente a la mayoría de dibujantes, metódico y puntual en sus entregas, aparte de tener siempre un agradable trato y un gran sentido del humor. Es capaz de dibujar un álbum cada dos meses, sin perder su calidad de dibujo ni la chispa de sus divertidos guiones. Cuando se editaban las revistas Mortadelo además tenia que dibujar 6 o 7 portadas cada mes. Y cada una de ellas eran obras de arte.
8.- A la hora de plantear un nuevo trabajo, ¿tenía Ibáñez que presentar a la editorial el guion, una sinopsis o algo similar, o tenía carta blanca para tocar el tema que quisiera?
Los tema de los álbumes los decidía él, aunque le proponíamos temas de más o menos de actualidad o de acontecimientos próximo. En Brugera sí supongo que tenía que proponer temas y sinopsis, ya que el jefe de redacción, Rafael González, era un gran guionista que gustaba de modificar detalles de los guiones y dibujos.
9.- Dentro de la producción de Francisco Ibáñez, ¿cuál es su personaje favorito? ¿Tiene algún álbum de Mortadelo y Filemón preferido? ¿Alguno que descollara especialmente en cuanto a ventas?
Mi personaje favorito de Ibañez fue Rompetechos. Aunque no triunfó como Mortadelo sus guiones eran terriblemente cómicos. Quizás porque fue el primer album, mi aventura preferida de Mortadelo es "El sulfato atómico". Posiblemente el más vendido fue también "El sulfato atómico" ya que se habrá editado por enésima vez, desde su exitoso lanzamiento.
10.- En El pinchazo telefónico (1994), Ibáñez hace una caricatura de varias personas de Ediciones B, entre ellas, usted. ¿La recuerda? ¿Qué opina de su aparición en un álbum de Mortadelo y Filemón?
Claro que lo recuerdo. Para mí fue una satisfacción y no creo que nadie se molestara por aparecer caricaturizado codeándose con Mortadelo.
11.- En la revista Mortadelo y sucedáneos, ya en Ediciones B, las páginas iniciales de Ibáñez se complementaban con material de otros dibujantes como Maikel, Marco, Ramis, Cera, March…¿Qué recuerda de esta joven generación de dibujantes que se dieron a conocer, fundamentalmente, en los años ochenta? ¿Recuerda quién gozaba de mayor favor popular?
Las páginas que completaban la revista Mortadelo, eran como había hecho Bruguera, dibujadas por los dibujantes más idóneos de la época. Cada dibujante tenía sus fans, aunque naturalmente la popularidad de la revista Mortadelo permitió dar a conocer el resto de autores y personajes. March tenía un gran sentido del humor y un estilo de dibujo muy distinto a los demás. Ramis y Cera formaron un buen equipo que todavía continúa. Creo que la mayor popularidad, en contra de lo supuesto, fue Montse la amiga de los animales de Enrich. Cuando se cerró la revista Mortadelo recibimos numerosas cartas de fans de Montse preguntando cómo o dónde podían seguir viendo nuevas aventuras del personaje.
12.- Hablando de las revistas semanales. ¿Qué factores impulsaron que se cancelaran a mediados de los noventa?
Como siempre ha ocurrido, en todas la publicaciones se tiene que ajustar la tirada a los resultados de venta y cuando este tiraje llega a un límite la revista muere por sí sola. La época dorada de las revistas Bruguera con grandes tirajes desapareció. Pero aún queda un gran público que siguen leyendo a personajes como Mortadelo o Superlópez, editados ahora en álbumes y no en las clásicas revistas infantiles.
13.- Es de forzosa actualidad preguntar… ¿Qué opina de la recreación de Bruguera y su gente realizada en la reciente película El gran Vázquez?
Se me escapó el estreno de la película, pero espero verla en cuando pueda. Por los comentarios y por los trailes vistos, creo que consigueron un ambiente y una decoración exacta a como vivimos en esos despachos de Bruguera en la calle Camps y Fabres.
14.- Por último, ¿a qué se dedica profesionalmente en estos momentos? ¿Qué proyectos tiene?
Estuve tres años escribiendo mis recuerdos de Bruguera, ordenando datos de un viejo archivo heredado de un anciano exbruguera, recopilando datos de distintas fuentes pero por desgracia no lo hacía solo y la cosa se complicó tanto que desistí de seguir. Dibujo y compagino una revista mensual, pinto, participo en concursos de carteles, expongo mis cuadros de vez en cuando. Estoy terminando (o dejando presentables) mis libros de artista, de los que debo tener unos 70 ejemplares. También espero escribir de nuevo mis recuerdos de mi paso por Bruguera y Ediciones B, pero esta vez solo.
Ojalá así sea, puesto que somos muchos los interesados en leer algo más sobre la editorial Bruguera y Ediciones B, sobre todo desde la perspectiva privilegiada de quien estuvo allí durante tantos años. Animamos a Miquel Pellicer a seguir adelante con su proyecto, a la vez que le damos las gracias por su tiempo y por su amabilidad.
Espero que les haya resultado interesante.