Estimados lectores, hoy, después de más de tres años de vida, el blog Corra, jefe, corra, se enorgullece de presentar una entrevista a la persona que ha sido su leitmotiv a lo largo de todo este tiempo: Francisco Ibáñez.
En efecto, el popular dibujante ha tenido la amabilidad de dedicar unas palabras a todos los fans que, a través de este blog, han seguido, estudiado, difundido y amado su obra. No obstante, para los más acérrimos prosélitos de Ibáñez, les anticiparé que no van a encontrar en esta entrevista demasiados datos que el maestro no haya repetido una y otra vez en sus anteriores declaraciones a los medios. Por otra parte, les decepcionará si van buscando preguntas incómodas que hurguen en los aspectos menos agradables de la trayectoria profesional de Ibáñez. El motivo de esto es doble:
-) En primer lugar, porque nunca ha sido política de este blog incomodar a las personas que tienen la gentileza de dedicarnos su tiempo. Mucho menos a alguien tan entrañable y querido como es Francisco Ibáñez.
-) En segundo lugar porque, como habrán podido comprobar, nuestro mediático dibujante tiene una notable experiencia en el arte de hablar a la prensa, por lo que siempre evita, elude, cualquier tipo de pregunta comprometedora, camuflando la respuesta detrás de una broma.
No esperen, por tanto, encontrar, ni mucho menos, la entrevista definitiva al maestro. Se trata solamente de unas pocas preguntas que constituían, lo confieso, parte del acervo de dudas personales en cuanto a su trayectoria.
Le envié las cuestiones a través de Juan Manuel Muñoz, quien fue tan gentil de pasarlas a Ibáñez. Unos meses después, recibí como respuesta un escaneo de una hoja escrita a máquina (¿recuerdan las numerosas declaraciones de Ibáñez acerca de que todavía sigue escribiendo sus guiones a máquina? Aquí tenemos la prueba) firmada por nuestro querido autor.
Espero que nuestros lectores sepan valorar el hecho, casi simbólico, de que el dibujante más conocido de nuestro país y uno de los más grandes a nivel mundial haya accedido, huyendo de cualquier tipo de “estrellismo” , a emplear parte de su escaso tiempo en contestar a las preguntas de un humilde aficionado. La sencillez mostrada una y otra vez por nuestro invitado lo hace, si cabe, aún más grande.
Aquí les presento la entrevista, que espero que valoren y disfruten. Adjunto también el escaneo del folio original de Ibáñez:
1.- En 1957, algunos dibujantes como usted, Raf, Segura, Gin…acuden a Editorial Bruguera aprovechando la coyuntura de que “los cinco grandes” (Escobar, Peñarroya, Cifré, Conti y Giner) habían partido para fundar su propio semanario. ¿Fue una mera casualidad o estaban ustedes previamente enterados de la partida de estos autores de la casa?
¡Hombre, como rayos nos dejamos caer en la editorial de marras. Y como rayos fuimos admitidos ipso-facto e iniciamos la colaboración!
2.- Los años sesenta fueron para usted extraordinariamente prolífico en cuanto a creación de personajes, pero durante la década posterior tuvo que ir dejándolos uno a uno para centrarse en Mortadelo y Filemón. ¿Qué series de aquella época hubiera deseado seguir haciendo?
¡Seguí, seguí! Mi personaje más querido, el hijo de mis entretelas, Rompetechos, es el único que seguí y he podido continuar desarrollándolo en las páginas de “Top Cómic Mortadelo” durante bastantes números. Desgraciadamente, se ha vuelto a interrumpir. Quizás más adelante, cuando cumpla 104 añitos…
3.- En 1969, surgen las primeras aventuras de 44 hojas, de un formato mucho más europeo. ¿Barajó en algún momento la posibilidad de desarrollarlas con algún personaje nuevo o desde el principio supo que las protagonizarían Mortadelo y Filemón, recién convertidos en agentes de la TIA?
4.- Usted comentó en cierta ocasión que Valor…¡y al toro se hizo pensando en otro mercado, el extranjero, porque la relación con la editorial pasaba por un momento difícil. ¿Qué ocurrió para que decidiera pensar en abandonar Bruguera?
[Ibáñez responde a ambas preguntas a la vez] (Sí, porque ambas cuestiones van unidas, más o menos). Líos con la dichosa editorial, peleas, dentelladas, juicios, planes de colaboración en cualquier otro rincón…Lo siento, no quiero ni recordarlo. Toda aquella situación todavía me produce arcadas.¡Bejjjj!
5.- Con la llegada de los álbumes, el éxito de Mortadelo y Filemón se disparó aún más, alcanzando cotas insospechadas y no igualadas por ningún dibujante en este país. Tanto éxito, ¿le acarreó alguna que otra envidia o resentimiento (léanse, los críticos)?
¡Ni idea! Nunca me han preocupado en absoluto los críticos. Para mí no hay más crítico que el público lector y éste siempre me ha respondido de maravilla. ¡Gracias, titis!
6.- ¿En qué momento es consciente de que su obra se convirtió en un auténtico fenómeno sociológico? ¿Cuál cree que es la clave para que las antiguas historietas, que no tocan temas de actualidad como las últimas, se sigan reeditando y vendiendo tanto en nuestros días?
¿La clave? ¡Pues que las hago yo, claro! Pitorreo aparte, creo que la clave es la cantidad de gags, gags y más gags que yo incluyo por centímetro cuadrado. Por cada euro que desembolsa el lector, se encuentra con una cantidad de gags, sketchs,( ¡Jo, qué palabreja más difícil!), situaciones cómicas o como lo quieras llamar, que déjelo usted ir.
7.- Por las aventuras de Mortadelo y Filemón, han pasado villanos míticos: Chapeau “el Esmirriau”, Magín “el Mago”, Billy “el Horrendo”, El bacilón, El señor Todoquisque, El tirano… ¿Tiene algún favorito entre ellos, alguno que le hiciera una gracia especial?
Todos serán malos, pero todos amigos… “El Tirano” tuvo un verdadero tirón entre el público, pero vamos, todos se han vendido como rosquillas. ¡A todos los adoro!
8.- Al abandonar Bruguera, usted tuvo un papel decisivo en la revista Guai!, para Grijalbo. ¿Se dedicó solamente a dibujar o también intervino en los contenidos de la revista, fichaje de dibujantes, nombre, logotipo, etc.?
Pues sí; algo en los fichajes, contenidos…¡El nombre, totalmente parido por el nene, “G.U.A.I.!”, letra por letra! Fue una gran revista, o un gran tebeo, o como lo quieras llamar, pero ya se había iniciado la debacle del género.
9.- Ya en Ediciones B, encontramos una serie de álbumes que tocan temas de actualidad. En ellos, salen muchos políticos de todos los partidos pasándolas canutas, pero en los últimos años se aprecia una especial chanza con Aznar. ¿Es una pequeña venganza porque fue el único que no le contestó al enviarle el ejemplar dedicado de Barcelona 92?
¡Noooo! Todos reciben; derecha, izquierda, centro, norte, sur…no se trata de tal o cual, no son Fulanito o Susanito, no, son EL PERSONAJE DE ACTUALIDAD, o sea, el que ayuda a vender…¡que todo hay que decirlo, caray! Yo, de vengativo, más bien cero.
10.- De entre todos los dibujantes, se dice que usted tuvo una amistad más estrecha con Raf, ¿qué recuerda de él? ¿Cómo fue que entintó este dibujante su historieta de Mortadelo Las embajadas chifladas?
¡Pinzamiento cervical como mordisco de centollo! Me tuvo la mano agarrotada cual garfio oxidado durante algún tiempo, y Raf me echó una mano. Gran tipo Raf, y uno de los mejorcitos dibujantes que he tenido la dicha de conocer y al que he admirado y admiraré “pa los restos”.
11.- Con respecto al álbum 100 años de cómic, usted comenta que en principio la idea era usar otros personajes, pero que tuvo que recurrir “a los del año de la nana” por sugerencia de la editorial. ¿Recuerda qué otros personajes iba a incluir al principio? ¿Alguna vez le ha vetado alguna editorial algún tema para sus historias, ya en democracia?
Ni idea; no recuerdo ese comentario…Quizá algo mal interpretado…Si dije algo así estaría en la quinta galaxia…No recuerdo que me haya vetado ninguna editorial, ni ahora ni antes…¡Para vetar ya estaba la jodida oficina de censura esa, nunca la editorial!
12.- En los últimos años se aprecia una cierta continuidad en sus historias: la pensión de los agentes es siempre la misma, hay personajes que se repiten en varias historietas: la portera de la pensión, Antofagasto Panocho, el Kamikaze Regúlez, el fiscal Escorbútez Carcamal… ¿A qué se debe esta continuidad, que apenas aparecía en sus anteriores álbumes? ¿Volveremos a ver a la Irma o al agente Bestiájez?
Es para dar una cierta dosis de verosimilitud a los guiones. Nadie sabía exactamente dónde vivían los personajes, ni cuál era su situación, ni si estaban casados ¡quizás el uno con el otro! ¡Nooo; je je! Creo que este punto ya quedó más o menos resuelto en el álbum “Su vida privada”, magnífico álbum de venta en todos los kioscos y librerías al irrisorio precio de bla, bla, bla…¡Qué comiquero queda esto del bla, bla!
13.- Haciendo balance de su carrera, ¿se siente especialmente orgulloso de algo? ¿Cuál cree que ha sido su mayor aportación a la historieta?
Simple y únicamente hacer pasar un buen rato al lector, hacerle reír un poco, aunque sólo sea de ombligo para dentro… ¡Que ya es mucho, no creas!
14.- Por último, ¿qué le diría a los lectores que durante tanto tiempo hemos seguido su trayectoria?
¡Hombre, que sigan! ¡Que todos hemos de vivir, caray! Finiquitado el primer cincuentenario estoy metido de cabeza en el segundo y cuando llegue el tercero, pues ya veremos. El público dirá. Y mientras tanto, un abrazo así de gordo a todos y otro para ti de parte de MF. No, no, Manuel Fraga no, me refiero a Mortadelo y Filemón. Hasta siempre!
Estas han sido, amigos, las palabras que Ibáñez ha dedicado a los lectores de Corra, jefe, corra. Esperamos que las hayan disfrutado y nos despedimos, de momento, no sin antes agradecer a Francisco Ibáñez su tiempo y paciencia.
Igualmente, agradecemos a Juan Manuel Muñoz por su intercesión, sin la cual no hubiera sido posible esta entrevista.
¡Un abrazo a ambos de parte de todos sus fans!