La acción comienza cuando el norteamericano Walter Rodrigo llega a Barcelona y, debido a una confusión, es catalogado como un revolucionario contrario al régimen de Franco. Mientras pasa la marea, el personaje se hospeda en el número 13 de la calle del Percebe, donde sufre un accidente al subir a un ascensor más que dudoso que todos conocemos.
Convaleciente, es recogido por Doña Rita, una sufrida madre de tres chiquillos idénticos que son la piel del mismo diablo. Gimeno le otorga a este personaje una mayor dimensión que la que tiene en las historietas de Ibáñez, presentándola como una mujer ridícula, abandonada por su marido, y madre también de una atractiva jovencita, Dora, que tiene verdaderos problemas para encontrar novio, dadas las perrerías de sus tres hermanos. El personaje de Dorita se erige como uno de los ejes de la novela, a pesar de que en la serie de Ibáñez acabara desapareciendo relativamente pronto.
El veterinario aparece con el nombre de Amor Nepote y hace también las funciones de médico. Gimeno destaca su aspecto de morsa y hace que este hombre, que llegó a trabajar en un zoológico, padezca algún que otro mal de amores. Especialmente destacable es la caracterización de su consulta, heredera de las viñetas de Ibáñez.
En el ático vive un moroso recalcitrante que llega a colocar cepos ante los numerosos acreedores que lo persiguen. El autor de la novela lo caracteriza como un bohemio aficionado a la pintura (incluye el caballete que lo acompañó en las historietas), pero le cambia el nombre, pues de Manolo (referencia a Vázquez) pasa a llamarse Matías.
Tal vez por afinidades en sus actividades, Matías se relaciona con Raffles, apodo de Hortensio Malvarrosa, ladrón de poca monta y de escaso peso en la novela. Su esposa es bautizada como Penélope (¿quizás porque, como la de Ulises, vive encerrada en casa esperando los poco épicos regresos de su marido?).
Mayor trascendencia tiene en la obra la dueña de la pensión de realquilados, que en lugar de Doña Leonor se llama María de la Fuensanta Gil Panadero, y es de origen murciano. El autor se recrea en este personaje, imbuido en su vestido de lunares, al que da un carácter ligeramente más amable que en los cómics. Eso sí, la señora sigue siendo implacable con los realquilados que mantiene hacinados en tan corto espacio. Serán las escenas de la pensión, precisamente, las más simpáticas del libro. Gimeno, consciente de las limitaciones de los personajes de la serie original, crea una serie de realquilados a los que da personalidad propia, enriqueciendo así el elenco original.
La ancianita de los animales resulta llamarse doña Piedad, beata algo histérica e hipocondríaca que, por cuestiones genéticas, atrae a todo tipo de animales, no siempre con castas y honestas intenciones. Una gran relevancia tiene el sastre, Pau Pi, hombre atormentado por su pasado y tan poco eficaz como en las viñetas de Ibáñez.
De soslayo aparece don Rufino, el mercachifle de la tienda de comestibles y delator de "enemigos del Régimen". Sorprendentemente, este personaje resulta ser hermano de don Hurón, que aparece en el último tramo de la novela y que hace las veces de represaliado político (un rol interesante, que explicaría por qué ese personaje ibañezco pasó media dictadura viviendo en una alcantarilla). A modo de anécdota, doña Fuensanta nombra a un tal Rompetechos, que utiliza una lupa exagerada para localizar su comida en el plato de la pensión. No sabemos si lo de "Rompetechos" es un insulto de la patrona aludiendo a la mala vista de su inquilino, que sarcásticamente dice no encontrar la comida en el plato o si se trata del genuino cegato que todos conocemos, que tan frecuentemente visitaba la 13, rue del Percebe.
Alberto Gimeno juega y desarrolla las personalidades apenas esbozadas por Ibáñez a lo largo de tantos años de historieta. Así define a los inquilinos del inmueble:
" Como todos los moradores de aquel edificio , enfermos contagiosos de sueños truncados, de futuros despojos, seres que habían pagado todas las cuotas de la humillación y el fracaso, revoloteando- como las moscas sobre la sangre del tendero- en torno a la locura. Ese laberinto sin salida por el que todavía los perseguía un ruinoso afán de vivir".
Al final de la obra se nos dice el nombre del arquitecto del edificio, un tal Francisco Ibáñez, al que
"...un nuevo concepto de vivienda le sugerían sus casas sin intimidad, sin espacio delimitador, granos de uva del mismo racimo. Quería levantar el edificio prototípico de aquel hacine, cuyas viviendas se orientasen al exterior de tal modo que dieran la impresión de no estar cerradas a los ojos de la gente. Superpuestas como las viñetas de un tebeo. La arquitectura en viñetas, ese iba a ser el título de su tesis doctoral".
Completa el guiño la fecha en que se le consiguió la cédula de habitabilidad: 6 de marzo de 1961, misma fecha en la que se publicó la primera página de la popular serie de Ibáñez.
Desde el punto de vista literario, la novela presenta algunas ventajas, como el cuidado estilo, no pocos aciertos en su expresión, así como el sentido homenaje a la historieta que todos conocemos. No obstante, la trama de Hotel Dorado peca de difusa e inverosímil. Con unos personajes (sobre todo el principal) que van dando tumbos por el edificio sin un rumbo bien definido. A esto hay que sumarle algunos defectos inherentes a la narrativa española de nuestros días, como la vuelta constante a los tópicos de la posguerra española y los años del franquismo.
No obstante, se le perdonan estas pequeñas concesiones, por el cariño y respeto que el autor ha demostrado hacia la obra de Ibáñez, así como por lo insólito de su homenaje, que demuestra una vez más que 13, Rue del Percebe se está consolidando como una de las series de Ibáñez con más repercusión mediática, inspiradora de películas, series de televisión e incluso obras literarias.
Les dejamos con el breve epílogo del autor, que dice así:
"El autor quiere dejar patente su gratitud a Francisco Ibáñez, cuyas inolvidables viñetas de 13, Rue del Percebe inspiraron las preguntas infantiles que han precisado de esta novela para ser respondidas".