Como seguidor de Ibáñez, a veces
he tenido que oír las quejas de algunos de sus detractores, que también los
hay, oigan. Una de las que más recuerdo, y que no comparto en absoluto es
aquella que me hicieron hace años, acusando al historietista de representar una
España chapucera y cutre, en lugar de enaltecer las cualidades propias de los
habitantes de la nación, como sucede a menudo en la ficción norteamericana
comercial . Aseguraba mi interlocutor que con la crítica que de los españoles
hacía Ibáñez nos daba mala prensa en el extranjero ese y , lo que es peor,
minaba la autoestima nacional de sus lectores, al lanzar siempre una visión de
lo patrio alejada de todo triunfalismo.
Aunque,
como digo, no comparto la visión de esta persona, a veces uno se pregunta si Ibáñez,
con su obra, perpetúa la imagen de una España que no existe, la imagen de una
España creada por los propios españoles, con ganas de cachondeo. Una España
cutre y retrógrada, pero mítica al fin y al cabo, como míticos son los Estados
Unidos de las películas de acción de Hollywood.
Estando
en estos y otros pensamientos, me asaltó la realidad en forma de noticias. Dos
acontecimientos bastante comentados esta semana rehicieron poner los pies en la
tierra y reflexionar. El primer titular era verdaderamente jugoso:
Varios huidos en una operación
contra ETA por un error de comunicación del Ministerio de Interior.
Pues sí, una hora antes de que se
produjera la detención de ocho personas, Interior filtró la información, lo que
permitió que algunos huyeran, amén de formar un circo mediático si precedentes
en una detención de este tipo. Sin duda, la España de pandereta. Un fallo de
coordinación entre el Ministerio y los agentes hizo que se anunciara la redada,
de manera que los periodistas tuvieran tiempo de ir al lugar de los hechos
desde una hora antes, y los perseguidos pudieran escapar tranquilamente.
¿No les recuerda a nada? A mí, personalmente, la anécdota me
retrotrajo al final de Hay un traidor en la TIA (1983), con el Superintendente
anunciando a bombo y platillo la próxima acción de la organización y preguntándose
por qué últimamente el enemigo intercepta todos sus planes y se anticipa a sus
movimientos. Pero ¿hay diferencia entre ambas situaciones? ¡Claro que la hay!
Mientras que el Súper se limita a anticipar sus planes a través de la ventana,
el Ministerio de Interior de nuestro país lo hace en un comunicado de prensa
para los medios. ¡Nada menos!
La segunda noticia, menos
popular, nos remite a otros personajes de Francisco Ibáñez. El titular sería el
siguiente:
Polémica en Chile por la
construcción de un puente al revés por parte de una empresa española.
Efectivamente, el Puente Cau Cau
de la ciudad chilena de Valdivia ha sido mal construido por una empresa
española, de manera que las dos partes que deben unirse (se trata de un puente
levadizo) no coinciden. La foto que adjuntamos a continuación es real, no ha
sido manipulada por nosotros.
Visto esto, cabe preguntarse si
no habrán intervenido en la construcción un par de tipos que todos conocemos: Sí,
hablamos de Pepe Gotera y Otilio. En exclusiva para Corra, jefe, corra, hemos
captado una de las imágenes de la construcción del puente que mostramos a
continuación:
Analizado lo anterior, tenemos
que llegar a la triste conclusión de que la España que refleja, retrata y
critica Francisco Ibáñez no es ficticia. Claro que hay buenos profesionales en
nuestro país en los más diversos campos, pero no cabe duda de que la chapuza
sigue siendo marca de la casa, y más lo es cuanto más subimos en los
escalafones de responsabilidad. Si no lo creen, solo miren la actuación cotidiana
de los hombres y mujeres que nos dirigen.
No creemos que Ibáñez esté
perpetuando de forma perversa ciertos arquetipos con fines destructivos, la
verdad. Antes bien, los refleja con extraordinaria lucidez y los critica sin
piedad. Y no olviden que la crítica de lo que uno hace mal es el primer paso
para poder mejorarlo. Para triunfalismo barato ya están los políticos y el
anuncio de Campofrío.
8 comentarios:
Ibáñez hace de la chapuza un motivo para reír. La realidad (sobre todo la actual) está más bien hecha para llorar y enfadarse, pero afortunadamente hay otras vías para sonreír con ella y es satirizándola como hace Ibáñez con sus entrañables personajes.
El puente Cau Cau traducido al catalán significaría el puente "cae cae" jajaja ¿casualidad?
En las pelis y series de Estados Unidos hay propaganda pero también crítica. Todo junto. Yo lo veo al revés: hay menos crítica propia en la ficción española que en la estadounidense. Por eso, uno coge páginas y páginas de Mortadelo y Filemón y piensa: ¿Ibáñez agotado? Mientras le envíen el material por toneladas... le veo un día denunciando a la realidad española por plagio.
Comparto tu opinión, amigo Raw. Como decía Valle-Inclán, la tragedia española no es tragedia, es el esperpento.
Magin, ¿estás seguro de que los norteamericanos son realmente críticos consigo mismos? Más allá de los primeros Simpson y poco más, pocas veces hacen sangre de su way of life y del sueño americano ese.
Zazu, no seré yo quien cruce el "Cae cae", jeje.
Un abrazo a todos.
La verdad es que no creo que una historia cómica deba tratarse como una representación fiel de la situación de un país, aunque adoptar el esperpento al estilo cómic me parece una idea muy buena.
Por cierto, según recuerdo la historieta de Pepe Gotera y Otilio que sale en la foto, el puente no está mal construido, y sólo lo "arreglan", no lo construyen. Creo que en la historia "el UVA" había un ejemplo más parecido con una vía de tren. Perdón si me he equivocado al recordar, no tengo la historieta aquí.
Discrepo, amigo Anónimo. Yo sí sostengo que las historietas que se mantienen durante más de medio siglo en el gusto de un pueblo recoge en parte el espíritu de dicho pueblo.
No olvidemos al francés Astérix, que representa el espíritu insumismo de quienes tomaron La Bastilla, la mítica resistencia francesa o la rebeldía del mayo del 68.
En mi opinión, el equivalente español son las historietas de Mortadelo y Filemón, que reflejan como nadie la chapuza nacional.
La foto es más vieja que el hambre (y evidentemente falsa).
Para chapuceros, los del Ministerio del Tiempo. Resulta que dejan el listado de puertas al alcance de casi cualquiera.
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