En 2007, aproximadamente, el estudioso de cómic y especialista en la obra de Ibáñez Miguel Fernández Soto convocó a algunos miembros del Foro de la TIA para escribir una serie de artículos sobre la obra de Francisco Ibáñez, que, unidos, dieran una visión de conjunto de la misma. Todo ello con el objeto de publicar un volumen de cara al 50 aniversario de los personajes. Desgraciadamente, el proyecto no se concretó. Es por ello que paso a desempolvar, un par de años después, el artículo que escribí para la ocasión, centrado en la marcada influencia que André Franquin dejó en Ibáñez. Las viñetas que se aportan pertenecen a sus respectivos autores y /o editores y tienen como objeto ilustrar el artículo. Gracias a ellas, conoceremos algo más de la siempre interesante obra de nuestro autor más popular: nuestro admirado Franscisco Ibáñez. Excepcionalmente, dada la extensión del mismo y los ejemplos gráficos que se aportan, lo presentaremos fragmentado en distintas entradas que serán, esta vez, de carácter diario a lo largo de la semana. Que lo disfruten.
Si bien la presencia de Franquin en El sulfato atómico y Valor...¡Y al toro! está lejos ya del calco que se aprecia en Sacarino y en algunas historietas cortas de Mortadelo y Filemón, el nacimiento de la revista Mortadelo en octubre de 1970 marcará la vuelta de Ibáñez a la inspiración directa en Franquin, una de las menos comentadas. Jordi Bayona sugiere el formato de las portadas de la nueva publicación, del que nos interesa en este momento la estructuración de una breve anécdota dividida en varias viñetas de desigual corte, dando lugar a una magistral composición de página. Para desarrollar esta ligera anécdota, el formato de las tiras de Gastón parece idóneo, pues en cuatro o cinco viñetas presenta un gag completo.
Dentro de las portadas de la revista Mortadelo basadas en la obra de Franquin podemos distinguir dos grupos. El primero de ellos lo compondrían aquellas portadas cuyo dibujo y guion se basa casi textualmente en el foráneo. Así, a las planchas de Gastón 368 o 521 (por poner solo un par de ejemplos) les corresponden, respectivamente, las portadas número 23 y 9 de la flamante revista brugueriana.
También las historietas de Spirou sirvieron de base gráfica a estas magníficas portadas: el portaviones de M.68 está sacado de la aventura El retorno de Z (1960). Poco a poco, las huellas de Franquin en las portadas de Mortadelo irán desapareciendo, a medida que se va bajando el nivel de exigencia editorial en la realización de las mismas.
A la hora de valorar este aspecto de la producción de Ibáñez, hay que recordar que nuestro autor realizó más de mil portadas de la revista Mortadelo, sin contar las de Super Mortadelo, Mortadelo Especial, Mortadelo Gigante, Mortadelo Extra, amén de muchas del resto de revistas de Bruguera: Tio Vivo, Pulgarcito, Gran Pulgarcito, Din Dan, DDT... A esto hay que sumarle las portadas de sus más de ciento setenta álbumes, algunos de los cuales se han publicado hasta en seis colecciones distintas. Esto nos lleva a afirmar que Francisco Ibáñez ha sido y es, posiblemente, el autor que más portadas ha realizado no ya de España, sino del cómic europeo (y uno de los más prolíficos a nivel mundial). Es por ello que la influencia de Franquin en su labor como portadista, en alrededor de 30 páginas (y en muchas de ellas de forma muy sutil e indirecta), no deja de ser, porcentualmente, una minoría anecdótica que no resta mérito a nuestro dibujante autóctono.
Mañana, más.
4 comentarios:
Felicidades por esta "tesis doctoral" franquiniano-ibañezca, estoy impaciente por seguir leyendola.
Yo también...el dato de las portadas es significativo y sorprendente (aunque a algunos no nos sorprenda tanto), aunque a mí me parece que Franquin lo compensa con su constancia en el nivel de calidad de "Gastón Lagaffe", que se extendió hasta los 90, época que fue muy irregular para Ibáñez. Pero esto no tiene por qué significar un bajón para Ibáñez, que hizo muchísimas páginas geniales entre finales de los 60 (el material de antes no me parece tan bueno, salvo cosas contadas) y el año 83-84 (cuando se fue de Bruguera). Franquin no produjo entonces tantas páginas (hay que reconocer que en parte por los altibajos de su estado anímico, como le ha pasado a muchos dibujantes). Ya paro.
Gracias a ambos por los comentarios.
Efectivamente, Franquin mantuvo un nivel de calidad más homogéneo durante toda su carrera, pero como bien has señalado, la cantidad de páginas que le exigían a Ibáñez semanalmente no tiene parangón en el cómic europeo.
¿Podría decirme cuál es el número del Mortadelo en el que aparece la hormigonera?
Gracias. Excelente blog.
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