domingo, 16 de agosto de 2009

ENTREVISTA CON ALBERTO GIMENO. REVISANDO 13, RUE DEL PERCEBE



Alberto Gimeno nació en Valencia y es licenciado en Filología Hispánica. Entre sus escritos encontramos libros de poemas (Ascensión de la quimera), ensayos, críticas y traducciones. Ha destacado en los últimos años en el terreno de la novela, con la galardonada La Sagrada Familia, en colaboración con César Gavela, así como con Hotel Dorado, su última obra, con la que entra de lleno en el universo de Francisco Ibáñez, recreando su mítica 13, Rue del Percebe.

Hace unas semanas dedicamos un tema de nuestro blog a esta novela y, hecho inusitado entre los literatos, tuvimos el honor de que el mismo autor nos dedicara unas palabras. A raíz de ello, le solicitamos esta pequeña entrevista a la que, con total amabilidad, accedió el señor Gimeno. A través de la misma conoceremos algo más al autor, su obra, así como el proceso de gestación de la misma. Del mismo modo, y como corresponde a la temática del blog, sabremos algo más acerca de la relación que nuestro invitado mantiene con el universo de ficción de Francisco Ibáñez.
Esperamos que la información aquí presentada sea de interés tanto de los que ya han leído Hotel Dorado como de quienes, nos consta, van a hacerlo en breve.


1.- ¿De dónde surge la idea de Hotel Dorado?

Surge, inevitablemente, de la infancia. Fui un niño muy curioso y poco dado a contentarme con las respuestas de los mayores a mis preguntas. Desde la primera vez que las vi, me conmovieron las viñetas de 13, Rue del Percebe. Pese a hacerme reír, nunca las consideré cómicas, y, desde el primer momento, sentí la necesidad de preguntarme la razón del comportamiento de cada uno de los inquilinos de nuestra mítica calle. Especialmente difícil de comprender me resultaba el personaje del moroso, el motivo que le llevaba a estafar a cientos de comerciantes sin que se apreciara una mejora en su nivel de vida, con aquella buhardilla en perenne estado de miseria; tampoco entendía la razón de que un hombre viviera en una cloaca y menos aún la crueldad de doña Leonor (doña Font en mi novela) con sus huéspedes o la absoluta incapacidad del sastre para cortar una tela al gusto de sus clientes. Estas preguntas nunca se apagaron en mi memoria, hasta el punto de que decidí escribir una novela para darles respuesta y, de paso, arrastrar con ella toda la atmósfera de privación material y derrota de las ambiciones y esperanzas de los adultos que marcaron mi infancia.



2.- 13, Rue del Percebe ha servido de base para películas, series de tv y ahora este libro, ¿qué cree que tiene esta serie de cómic para inspirar a tantos creadores?

Tiene lo esencial para inspirar a cualquier creador: un espacio con un gran poder de atracción icónico; unos personajes extraordinariamente bien perfilados dentro de la viñeta que piden a gritos -al menos a mí- entrar en ellos y un ambiente general de inconformismo con la realidad opresiva de la época (yo empecé a leer los tebeos en los años sesenta, en pleno esplendor de la dictadura franquista) que incitaba a despertar la imaginación de sus lectores.



3.- ¿Cómo fue su relación infantil con este y otros cómics?

La pregunta, más o menos, ha quedado ya respondida con respecto a 13,Rue del Percebe. Me gustaban también todos los demás cómics o tebeos de Bruguera y esa gama variopinta de personajes inolvidables: Rigoberto Picaporte, Gordito Relleno, La terrible Fifí, Agamenón, las hermanas Gilda etc.. Parafraseando a Machado: "Mi infancia son recuerdos de un patio rodeado de tebeos". También me gustaba mucho un cómic hecho en Valencia, Pumby, más colorista que los de la factoría Bruguera, con unos dibujos muy estilizados y con una visión asimismo muy iconoclasta de la realidad. Es decir, que me atraían mucho más los cómics de humor que aquellos dedicados a generar los héroes infantiles de la época: "El Jabato", "El Capitán Trueno", "El Guerrero del Antifaz" o "Roberto Alcázar y Pedrín".




4.- ¿Hay alguno de los personajes del cómic o de la novela por el que sienta usted una debilidad especial?


De las viñetas del cómic, mis personajes favoritos eran Manolo el moroso (en mi novela, Matías), el veterinario y la pensión (a la que consideraba un personaje en sí misma, por encima de su patrona, doña Leonor). En la novela se advierten estas preferencias, aunque, dado el carácter de creación autónoma de la misma (es decir: yo parto de 13, Rue del Percebe para hacer una novela con vida propia, "esa vida, y esos "motivos de vida" que podrían tener los inquilinos del cómic una vez atravesada la fachada de la calle), algunos personajes que en el cómic me habían pasado más desapercibidos (como el sastre o la solterona de los animales) adquieren un protagonismo principal en la novela. No es ése el caso de la hermana mayor de los niños terribles del tercer piso, pues aunque pronto dejó de aparecer en el tebeo, a mí ya me cautivó desde niño y la convierto en personaje esencial de "Hotel Dorado", a este respecto debo decir que, para la mayoría de los lectores que me han hecho llegar su opinión (que son muchos), también esta jovencita ("Dora" en mi novela) es su personaje favorito. Obviamente a estos protagonistas destacados de la novela, debo añadir el de Walter, el ingenuo americano que huye de la sartén de la policía para caer en el fuego de los inquilinos de 13, Rue del Percebe. Este personaje puede despertar recelos en los puristas del cómic, pero era necesario -si no, evidentemente no lo hubiera creado- para que sirviera de nexo y catalizador entre los vecinos de la casa. No hay que olvidar que en el cómic, cada personaje vive aislado en su viñeta, sin relación con los demás habitantes del inmueble. En su crítica literaria del libro, usted dice que Walter "va dando tumbos por la casa, sin rumbo definido". Ello es así -y -debe ser así a mi entender- al principio de la novela, pues se trata de un fugitivo de la justicia, norteamericano, recién llegado a España y, por ende, atribulado y en constante situación de riesgo. Sin embargo, no tarda demasiadas páginas en hallar acomodo en la pensión y desde allí cumplir con su misión narrativa de nexo entre los diferentes moradores de la casa.

5.- En su novela ha dado alma a personajes muy queridos por el público desde hace cuatro décadas, ¿no cree que se trata de una empresa arriesgada?

Cada lector puede tener su propia imagen de estos inquilinos y no toleraría fácilmente un cambio de esquemas. Por supuesto que era -y soy- consciente de ese riesgo. Pero debo añadir que yo no escribo Hotel Dorado para estabular dentro de una novela los caracteres consabidos de los personajes originales de la 13 Rue del Percebe. Yo hago mi propia interpretación de la vida que "podrían llevar" esos personajes una vez articulados como seres novelescos. Cada lector del cómic original no tiene por qué enfrentar su concepción de los personajes a la mía. Yo les propongo una explicación, un desarrollo vital de esos personajes anclados tantos años a la desnudez de la fachada inmutable. Yo les ofrezco imaginación a partir de ellos. Mi imaginación. La particular visión de cada lector de los personajes originarios del cómic no tiene por qué cambiar una vez leída mi novela.




6.- En muchos sentidos, los inquilinos de su edificio novelado sirven de excusa para recrear los distintos tipos que habitan en la ciudad de Barcelona. Siendo usted valenciano, ¿qué lo vincula a dicha ciudad?


En efecto, en mi novela hay un sustrato sociológico de los primeros años sesenta del pasado siglo ampliamente desarrollado. En especial de esas capas de clase media-baja (o bajísima), cuya vida era una constante lucha por la supervivencia en claro contraste con la triunfal publicidad franquista de la época. Por ello sitúo la acción en la Barceloneta, barrio proletario por excelencia de una ciudad condal ya metida en ensoñaciones de vanguardia cultural y elitismo burgués (cuyo paroxismo se alcanzaría con aquel invento de la "gauche divine”) que no reflejaba la verdadera vida de los barceloneses. A este respecto, me gustaría añadir que "Hotel Dorado" (cuya presentación en Barcelona tuvo lugar -no por casualidad- en el Centre Cívic de la Barceloneta) ha tenido muy buena acogida entre los vecinos del antiguo barrio pesquero que, al parecer, han visto en mi novela una suerte de reivindicación de su histórico patrimonio urbano hoy situado en el punto de mira de los obsesos de la tabla rasa y el cemento. Mi vínculo con Barcelona tiene su origen en muchas fuentes: la "nova cançó" de la que fui adicto en mi juventud; su literatura tanto en catalán como en castellano (Victor Català, Narcís Oller, Mercè Rodoreda, Josep Maria de Sagarra, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Juan y Luis Goytisolo etc -por solo referirme a la narrativa-); su variedad arquitectónica y cultural; su capacidad para reinventarse a sí misma; su apasionante -tanto en lo político como en lo artístico- siglo XIX. A ello habría que añadir que una hermana mía vivió allí desde principio de los años 80 y, por medio de mis muy numerosos alojamientos en su casa, pude seguir a pie de campo la transformación portentosa de la ciudad hasta llegar a esa especie de "campo temático" para turistas en que se ha convertido ahora.

7.- Además del espacio, se recrea toda una época:en su novela se nombra a las hermanas Gilda, las mujeres acuden al cine a ver a Montgomery Clift y Paco Martínez Soria llena los teatros. ¿Tuvo que documentarse para trazar este retrato o solamente bastó con acudir al baúl de los recuerdos personales?

Soy un escritor muy metódico y puntilloso en cuestiones de estilo y ambientación histórica. Recurriendo sólo al baúl de los recuerdos era imposible reflejar una época ya muy lejana para mí y una ciudad en la que no viví aquellos remotos años. Necesité un año para aglutinar toda la documentación que requería Hotel Dorado. Leí todo tipo de libros y revistas evocadores de aquellos años y me pasé seis días en la hemeroteca de La Vanguardia haciendo acopio de toda suerte de información alusiva al tiempo en que trascurre mi novela. Tuve la suerte -narrativamente hablando- de que el tiempo de la novela coincidiera con la visita de Franco a Barcelona -para comprobar in situ la reconstrucción de las zonas devastadas por las riadas del año 62-, lo que me propició buena parte de la trama argumental. También efectué un exhaustivo estudio del lenguaje y de los giros idiomáticos de la época y, una vez obtenidos los datos, procuré "personalizar" esos usos idiomáticos en cada uno de los personajes de la novela. El moroso no habla como el sastre; la patrona tiene su propio arsenal de frases hirientes contra sus huéspedes; el veterinario se expresa con un refinamiento y solidez científica dignos del rango universitario que se le atribuye en la novela y don Hurón es un idiolecto en sí mismo.

8.- El título de la novela, Hotel Dorado, no alude directamente a la serie de cómic que lo inspiró, lo cual hubiera sido una garantía de comercialidad. ¿Por qué ese título y no otro alusivo al cómic original? ¿Cuestión de derechos de autor?

Tengo la costumbre de poner el título a mis novelas una vez finalizadas. Quien lea "Hotel Dorado", podrá advertir que es muy difícil encontrar otro título más adecuado para el libro. Así pues, Le puse este título y no otro más alusivo al cómic original al margen de cualquier intención de evitar un problema de derechos de autor. Problema o conflicto que nunca tuve presente, pues la jurisprudencia de la Comunidad Europea al respecto establece perfectamente la libertad de uso y límites de la parodia y mi novela es una parodia inversa de 13, Rue del Percebe. Quiero decir que lo habitual de las parodias es hacer caricatura de sus modelos originales y, en el caso de Hotel Dorado, se hace todo lo contrario: se lleva la caricatura implícita en los moradores de 13, Rue del Percebe a su contrapunto extremo de humanización como personajes de novela.

9.- Además de 13, Rue del Percebe, ¿hay alguna otra historieta de Ibáñez que recuerde con especial cariño?

Por supuesto, Ibáñez -junto a Vázquez- fueron, desde que comencé a leer tebeos, mis autores predilectos. De las historietas de Ibáñez, me gustaron -y me siguen gustando- los primeros años de Mortadelo y Filemón (últimamente veo la serie algo reiterativa y carente de la chispa inicial), Pepe Gotera y Otilio Chapuzas, el botones Sacarino y, por encima de todas -exceptuando, claro, 13, Rue del Percebe-: las historietas de Rompetechos. Personaje entrañable por su obstinación y perseverancia en el error al que le rindo un pequeño homenaje en "Hotel Dorado".

10.- ¿Ha recibido alguna opinión de Francisco Ibáñez o de Ediciones B acerca de Hotel Dorado?

A los pocos días de publicarse la novela, le envíe por correo un ejemplar a Francisco Ibáñez, dicho ejemplar iba acompañado de una carta en la que le explicaba las razones de mi novela y el agradecimiento por su creación en la que yo me inspiraba. No obtuve respuesta. Al parecer, descubrí después, la dirección que tomé de las páginas blancas de "google" no era la correcta. Hará cosa de dos semanas que, desde la propia editorial, se le envió otro ejemplar a una nueva dirección. Sigo todavía pendiente de su opinión que, por supuesto, me encantaría conocer y, llegado el caso, intercambiar pareceres sobre la misma.



11.- Por último, conviene recordar que Ibáñez ha sido criticado durante años por ser un dibujante muy "comercial". Ahora que Hotel Dorado está entre los diez libros más vendidos de El corte inglés de Valencia, ¿qué opina acerca del tópico que parece defender que la calidad de una obra de arte -historieta, novela o película- está reñida con la comercialidad?

Opino que es un tópico cada vez, por desgracia, más cargado de razón. Sólo hace falta echar un vistazo a los últimos éxitos editoriales de los últimos años. Cada vez es más determinante el montaje mediático y el asalto de las estanterias por los libros previamente concebidos -ya en su fase de gestación- como "fenómenos" (esta palabra, empleada por los propios promotores de ventas ya revela mucho) editoriales. No estoy queriendo decir que todo libro que tenga éxito de ventas en malo en sí mismo (hay sobrados ejemplos para desmentir esta tesis: "Soldados de Salamina", "El último encuentro", "Herida", la propia archivendidísima "Los hombres que no amaban a las mujeres", pero sí que la tendencia editorial de los grandes grupos (que copan las cadenas de distribución) es difundir novelas de inusitada despreocupación por el valor intrinsicamente literario de las mismas. El que "Hotel Dorado" haya estado -y esté actualmente- entre las listas de los libros más vendidos en El Corte Inglés de Valencia y de Castellón (me han llegado datos de que en los centros de Madrid y de Barcelona también la venta es notoria) es un hecho eventual y hasta paradójico, pues la novela no ha "merecido" hasta ahora reseña en ningún medio impreso, salvo el espacio que le dedicó en su dominical "Las Provincias" de Valencia. Por lo que se ve, el "boca a oreja" está funcionando con respecto a mi novela y, a tal respecto, quiero expresar mi gratitud a los lectores que están contribuyendo -decisivamente- a su difusión.


Deseamos que a nuestros lectores habituales les haya interesado esta entrevista, por la que damos gracias una vez más a Alberto Gimeno, y les recomendamos la lectura de Hotel Dorado, no solo como recreación de nuestra querida 13, Rue del Percebe, sino como producto literario autónomo digno de interés.

10 comentarios:

Iznogud dijo...

Una entrevista que profundiza en la crítica de este libro ya realizada en este blog, y que anima a leer la novela.
Muy interesante. Enhorabuena.

Bigotito dijo...

- Encantador , sinsero y muy emotivo ... de las mejores entrevistas que he visto en tu blog .
- Ya me compre el libro ... esto por acabar el segundo capitulo...XD. SAludos.

Chespiro dijo...

Me alegro de que os haya estimulado a la lectura. Que la disfruten.

VAINICA DOBLE dijo...

Gracias por publicar esa entrevista. Alberto Gimeno me ha parecido un escritor muy serio, en el buen sentido de la palabra. Ha sido un placer el saber algo de las entrañas de la creación de la novela "Hotel Dorado". Especialmente me ha gustado todo lo que explica sobre la relación entre los vecinos de las viñetas y su vínculación con los personajes del libro. Está claro que "13, Rue del Percebe" le marcó desde la infancia y eso se nota en el libro, que, a veces, es bastante triste, con mucho humor negro. Lo importante para mí es que el autor ha querido hacer una novela de verdad y no sólo un divertimento por escrito del cómic original. A mi me gustaría preguntarle a Alberto Gimeno, ¿hay una segunda parte? El final me pareció bastante abierto a esa posibilidad.

Chespiro dijo...

Gracias por el comentario. Obviamente, esa pregunta solo Alberto Gimeno nos la puede responder. Puede que lea esto y lo haga.
Saludos.

Alberto Gimeno dijo...

Gracias, “Vainica doble”, por tus palabras. Ya leí otro comentario tuyo en otro entrada de fecha anterior que también te agradezco. Con respecto a tu pregunta, no te la puedo responder detalladamente sin correr el riesgo de desvelar el final a posibles nuevos lectores de “Hotel Dorado”. Sí te diré que no andas desencaminada en cuanto
a la existencia de una nueva novela vinculada al mundo de “Hotel Dorado”. Pero no sería una continuación de la misma, sino una precuela que recogería, desde 1794, toda una serie de sucesos y personajes que explicarían –novelísticamente hablando, claro- todo de cuanto inexplicable alberga –sin apenas distinción con la leyenda- la historia de Barcelona. Es decir, que a algunos vecinos de 13 Rue del Percebe les van a salir tatarabuelos. Esta nueva novela no es un proyecto, sino que está escrita ya. Pero aún tardará un tiempo en publicarse porque tengo otra novela entre manos-que no tiene nada que ver ni con Barcelona ni con 13 Rue del Percebe- comprometida previamente con la editorial. Gracias otra vez por tu lectura y tu interés.

VAINICA DOBLE dijo...

Gracias, Alberto, por tu amable respuesta. ¡A ver si es verdad que se publica esa "precuela" dela que hablas! Parece muy interesante.

Chespiro dijo...

Sí que suena interesante, gracias por la información.

alberto gimeno dijo...

Con respecto a la opinión de Francisco Ibañez sobre mi visión de 13 Rue del Percebe a traves de Hotel Dorado, recientemente, al fin, -y a través de mi editor- logré conocerla y no pudo ser más satisfactoria para mí. Se mostró encantado con la novela y, de hecho, se ofreció a firmar una nueva faja para el libro con la siguiente leyenda:

IMPRESCINDIBLE PARA LOS LECTORES DE 13, RU DEL PERCEBE.
"MAGNÍFICA, UNA AGRADABLE SORPRESA".
FRANCISCO IBÁÑEZ

Chespiro dijo...

Acabo de leer esto, Alberto. Te felicito sinceramente.