Se trata de una portada de enorme significación en la producción de Francisco Ibáñez, pues, haciendo alusión al todavía relativamente reciente intento golpista de Tejero (la revista es de febrero de 1988), nuestro autor da un “golpe de estado” ante las páginas apócrifas que, desde que abandonó Bruguera en 1985, inundaron los quioscos de falsos Mortadelos producidos sin su consentimiento.
Felizmente, a principios de 1988, Ibáñez y Ediciones B llegan a un acuerdo que perdura hasta nuestros días, lo cual permitió que continuaran las aventuras de los dos personajes más famosos del cómic español. Así, el número 49 de la Revista Mortadelo (heredada directamente de Bruguera), marca la vuelta de Francisco Ibáñez a sus personajes más clásicos.
Clásica también es la portada que tienen ante ustedes. Clásico, el ingenioso chiste con las letras del título, y clásica es también su composición: un Mortadelo en primer plano presidiendo un lateral, profusamente disfrazado, mientras que el resto de personajes ocupan un discreto segundo plano.
Mención aparte merece uno de los disfraces más celebrados de las portadas ibañezcas: el de Antonio Tejero. Destaca por su espectacularidad, por su contundencia, por el mimo y detallismo que se puso en su realización. El inconfundible bigote, la ropa militar, la pistola, el sable…todo ello adornado con decenas de detalles absurdos que completan el dibujo: el cañón que sale del tricornio, la brújula como hombrera, una desmitificadora medalla de Pipis-Cola como falso galón, la calavera con sombrero en el sable, el bolígrafo en la pistolera, la espuma de afeitar , el ratón que sale disparado, la lagartija fumando…
Eso en cuanto a los detalles absurdos, pero les invitamos a que se fijen en la habilidad de nuestro autor para el dibujo “realista”: el diseño de la pistola, las botas militares, los guantes cuya textura casi se puede apreciar. Quede constancia de estos elementos para los que todavía dudan de las facultades de Ibáñez como dibujante.
De fondo están el resto de nuestros queridos personajes de la serie: Ofelia subrayando la importancia del número que el lector tiene en sus manos, Bacterio desesperándose y el Súper garantizando que los personajes vienen “de la mano y el lápiz de papi Ibáñez”. Filemón, el único personaje que no habla, saca pecho orgulloso de su vuelta triunfal.
Los bocadillos tampoco tienen desperdicio. Mortadelo modifica eufemísticamente la mítica frase de Tejero transformándola en un inocuo pero no menos contundente “¡Se sienten, corcho!”. Contundente porque supone el fin de las historietas apócrifas sin el permiso de Ibáñez, pero no todo será tan sencillo. Aunque el Súper nos garantice la vuelta de Ibáñez a sus personajes y una simpática autocaricatura del autor rubrique la portada, los conocedores de la serie saben que con esta vuelta de los personajes de Ibáñez comienza una nueva y breve época de Mortadelos “negros”, ahora sí consentidos por el autor y con guion del mismo.
A partir de ese momento y, hasta hoy, no se ha vuelto a explotar a nuestros adorados héroes de niñez sin el consentimiento de su autor, que dirige sus pasos y los ha conducido con éxito al nuevo milenio.
¡Se sienten, corcho...a leer un Mortadelo!
8 comentarios:
Portada mítica, un "golpe" sobre la mesa que supuso el retorno de Ibáñez y de sus personajes de su "mano y lápiz" como dice el Súper :)
P.D: Hasta que se publicó la última sospechaba que este mes de febrero se podría publicar alguna aventura parodiando ese golpe (23-MF).
Pues no es mala idea, Raúl. ¿Se atreverá Ibáñez?
Desconocía totalmente esta portada. Es del todo impresionante, espectacular... No deja de imponer respeto. Gracias Chespiro, me ha encantado.
Leñe, pues no recordaba yo esta portada. Muy significativa, cierto, y también cabe descatar lo que comentas de los detalles más "realistas" y menos absurdos.
Número 49 Revista Mortadelo (Ed. B), por si quieren contemplarla con más detalle.
Afortunadamente es una de las que tengo. Mítica.
¿Tienes la revista o sólo la portada por algún otro medio?
Gran portada y gran evento, sí señor. Pena que a partir de aquí la serie fuese perdiendo cada vez más su esencia ¿eh?
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