A lo largo de la historia de este blog hemos ido recopilando distintas menciones u homenajes que otros autores han hecho a la obra de Ibáñez en su propia producción. Hoy reproducimos parte de una tira doble de Mauro Entrialgo, recopilada en el magnífico Solo son tebeos, editado por Dolmen.
En esta ocasión, Entrialgo reflexiona no sin cierta sorna acerca de lo interminables que resultan las colas de Ibáñez. Así, un personaje le dice a otro que se pasará todo el día guardando la fila, mientras que su interlocutor asegura ir bien preparado con el termo y los bocadillos, lo que sea con tal de conseguir un dibujo del "gran genio". Los que hemos esperado en las colas de Ibáñez en diversas ocasiones, sabemos que no exagera y que hay que ir preparado para esperar en la fila. Así, no es raro ver incluso señoras mayores que se llevan sus sillitas plegables con tal de conseguir un autógrafo del maestro.
En segudo lugar, el autor ironiza acerca de la inmensa capacidad de producción de Ibáñez, que, a fuerza de dibujar, contribuirá a que cada uno de sus dibujos se desvalorice,al no ser considerado precisamente una rareza única.
No obstante, los aficionados a Ibáñez sabemos que lo verdaderamente importante es el valor sentimental que para nosotros tienen sus dedicatorias, así como los minutos inolvidables que compartimos con él en el momento de las firmas.
En todo caso, ojalá se cumpla la última imagen de todo el planeta inundado de Mortadelos. Queden estas viñetas como recuerdo de la mención de Mauro Entrialgo a nuestro autor favorito.
4 comentarios:
Es totalmente cierto lo q dice Mauro en estas viñetas. Es impresionante las eternas colas q genera el maestro Ibáñez en los salones de cómic. Resulta curioso ver q no pierde la sonrisa ni el buen humor mientras dibuja y dedica mortadelos sin parar.
Saludos:
http://laestanteriademicasa.blogspot.com/
De hecho, parece que lo disfruta.
A mi no me importaria pasarme 1 hora en la cola por una dedicatoria...XD , como si son 2.. . Hasta pronto Chespiro .. me voy de vacacioneeees. SAludos.
Si fuera una hora, Bigotito...
Felices Vacaciones, amiguete.
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